Son varias las razones por las que los más jóvenes no están tan interesados en beber, incluyendo el cuidado de su salud mental y física.
La Generación Z tiene características muy diferentes a los Millennials, como sus prioridades en la vida, en resumen, los jóvenes que nacieron entre 1995 y 2009 optan por conciliar el plano laboral y familiar, darle prioridad a la salud mental, construir sus comunidades en Internet y no les interesan las presiones sociales.
Pero también existen otros datos muy reveladores que los distancian aún más de sus antecesores, como el bajo consumo de alcohol.
Según un estudio internacional de HBSC, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada vez son más los jóvenes que reducen su consumo de alcohol o incluso dejan de beber.
La Gen Z bebe un 20% menos de lo que bebían los millennials a finales de su adolescencia y principios de los 20. De hecho, el 64% agregó que esperan beber menos en su vida adulta que las generaciones mayores.
¿Por qué no les gusta el alcohol?
Son varias las razones por las que los jóvenes deciden no beber o no beben tanto, desde los beneficios para el organismo hasta la curiosidad por otros productos del mercado, o incluso el estigma y la vergüenza por lo mucho que beben las generaciones mayores.
Un informe de Google publicado en 2019 reveló que para el 76% de los centennials es muy importante controlar todos los aspectos de su vida en todo momento, en particular en las redes sociales.
El 86% considera que la salud mental es tan importante como la salud física a la hora de beber, el 70% cree que beber en exceso es una actividad “muy arriesgada” y el 41% asocia el alcohol con la vulnerabilidad, el abuso y la ansiedad. Casi como un terror a estar ebrio.
Por otro lado, también tienden a experimentar con otro tipo de bebidas más naturales, así como hierbas y raíces, que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés y a mantener el equilibrio.
