Los herederos de Paul-Henri Nargeolet, uno de los tripulantes, presentaron una demanda de más de 50 millones de dólares contra OceanGate.
La familia de Paul-Henri Nargeolet, explorador francés y uno de los tripulantes que murió en la implosión de un sumergible Titán, en junio de 2023, presentó el martes una demanda de más de 50 millones de dólares, argumentando que quienes iban a bordo de la nave experimentaron “terror y angustia mental” antes del desastre.
Además acusaron al operador del submarino de negligencia grave.
A través de un comunicado, los abogados de los herederos afirmaron que el “condenado sumergible” tenía una “historia turbulenta” y que la empresa OceanGate - a cargo del submarino- no había dado datos importantes sobre la embarcación y su durabilidad.
En la demanda, dicen que el Titán -que bajó a ver los restos del Titanic- “perdió peso” a los 90 minutos de inmersión, lo que indicaba que el equipo había abortado o intentado abortar la inmersión antes del accidente ocurrido en el Atlántico Norte.
“La tripulación era perfectamente consciente de que iba a morir”
“Aunque es posible que nunca se determine la causa exacta del fallo, los expertos coinciden en que la tripulación del Titán se habría dado cuenta exactamente de lo que estaba ocurriendo. El sentido común dicta que la tripulación era perfectamente consciente de que iba a morir, antes de morir”, se puede leer en el texto.
“La tripulación bien pudo haber oído el ruido crepitante de la fibra de carbono hacerse más intenso a medida que el peso del agua presionaba el casco del Titán. La tripulación perdió las comunicaciones y quizá también la energía. Según los expertos, habrían seguido descendiendo, con pleno conocimiento de los fallos irreversibles del buque, experimentando terror y angustia mental antes de que el Titán acabara implosionando”, agregaron.
Un portavoz de OceanGate no quiso hacer comentarios sobre la demanda.