Una trabajadora contó en detalle cómo es su situación laboral y cuál es el servicio que ofrece a sus más de dos mil novios virtuales.
Jenna Madison es una chica estadounidense de 30 años que desde hace tiempo llama la atención por su particular trabajo: según su relato, se desempeña como “novia profesional”. En resumen, suma grandes cantidades de dinero únicamente por relacionarse de cierto modo con distintos hombres de manera virtual.
Antes de convertirse en la novia de unos cuantos, eso sí, lo pasó verdaderamente mal. Hace más o menos una década, relató a Jam Press, su familia atravesó un momento delicado: su madre quedó sin trabajo y la casa donde vivían fue embargada, de modo que pese a su corta edad se decidió a ayudar en cuanto pudiera. Así, a los diecinueve años debutó como stripper.
En este nuevo rubro consiguió el dinero necesario para solventar algunas deudas, pero claro, estaba latente el miedo de comunicarle el oficio a su familia. No sabía en principio cómo reaccionarían. Pero no le quedaba de otra, así que se arrojó un buen día y, para su suerte, su madre la entendió.
El trabajo como stripper, sin embargo, hace un tiempo devino en una cuenta de OnlyFans que utiliza como creadora de contenido, y más tarde en este peculiar trabajo en el que ella se define como “novia profesional”.
En detalle, Madison explicó que lo que suele hacer es chatear a diario con hombres, haciéndose pasar por su verdadera pareja. Es decir, asume el rol de una novia real: los escucha, les brinda su apoyo emocional y, de ser necesario, lleva adelante conversaciones más “subidas de tono”... algo así como sexo virtual:
“Puede que ellos en los chats desahoguen su rabia por problemas laborales; hablen acerca de inconvenientes con amigos o la familia; o quizá busquen una conversación más sensual que les ayude a liberar estrés. Además tenemos muchos momentos sexuales”, precisó.
Actualmente, estima la joven, tiene de entre dos mil quinientos a tres mil clientes, o bien, como ella prefiere, “novios virtuales”. Sin embargo, son apenas siete los afortunados que se llevan gran parte de su tiempo. A ellos les dedica algo así como una hora por día.
“Lo mío no es solo físico: ofrezco mucho valor de otras formas. También se trata de conexiones reales. Además, ser ‘novia profesional’ me ayudó a mi misma. Asistir a los demás me da un propósito en la vida”, defiende Madison su trabajo.
Por cierto, también comentó cuáles son sus tarifas. Por minuto, cuando se trata de videos personalizados, la joven cobra 100 dólares. En tanto, si la conversación se remite a sólo chatear, sin material audiovisual, el precio se reduce “de manera significativa”.
Así las cosas, Jenna Madison gana entre 35 mil y 40 mil dólares mensuales. Su objetivo, dice, es jubilarse a los 35 años para dedicarse a los bienes raíces.
Finalmente, explicó que lleva seis años emparejada y que a su “novio real” no le molesta para nada su trabajo.
Eso sí, puso un límite: él nunca participará en uno de sus videos para satisfacer a los clientes…