Cuando la actriz ganadora de dos Premios Oscar tenía apenas 17 años, le preguntaron “qué clase de novio te gustaría”. Ella respondió quitándole el poto a la jeringa, pero también con una expresión en su rostro que hoy, tras abrir públicamente su vida privada, dio origen a un meme de alcance global.
—Ahora que estoy confesando tantas cosas, me entró la necesidad de decir algo que nunca he podido decir en público —lanzó de pronto Jodie Foster, la mítica actriz y directora de cine gringa—. Es una declaración que me tiene un poco nerviosa, aunque no tanto como a mi publicista. Está bien, lo voy a decir, alto y con orgullo: Soy.... soltera.
Claro, bromeaba, era cierto lo que decía… pero su estado civil no era lo que realmente quería contar.
Ella, que con tan solo 13 años fue nominada en los Premios Oscar como Mejor Actriz de Reparto (1976), sabía la expectación que estaba generando con su discurso aquella noche, el 13 de enero del 2013, en la ceremonia de los Golden Globe Awards.
Robert Downey Jr. hacía de presentador en esa ocasión y recién le había entregado el premio a la trayectoria Cecil B. DeMille. Por aquellos días, la intérprete tenía 50 años cumplidos.
Sobre el escenario, en el gran salón del hotel Beverly Hilton, en Beverly Hills, Foster solo necesitó siete minutos para emocionar a la selecta audiencia compuesta por estrellas como George Clooney, Anne Hathaway, Mel Gibson y Jennifer Lopez.
Con su premio entre las manos, la actriz que brilló en cintas como El silencio de los inocentes y Acusados, entre chistes y amagues, decidió hacer una revelación que, en realidad, era más bien un secreto a voces.
Y dijo, así como si ya hubiera hecho público hace mucho rato:
—Ya salí del closet hace mil años, en la Edad de Piedra, en aquellos días en los que una chica joven y frágil se abrió a sus amigos, familia y compañeros de trabajo y luego gradualmente a todos a los que conocía. Pero ahora aparentemente se me dice que todo famoso debe dar los detalles de su vida privada con una conferencia de prensa o un reality show en horario prime…
De ahí en más, su discurso tomó emotivos ribetes, siendo presenciado por sus hijos Charles y Chistopher, quienes por ese entonces tenían 14 y 11 años. Ellos nacieron de su relación con la productora Cydney Bernard, de quien por aquellos días ya se encontraba separada.
En cualquier caso, declaró que se sentía “muy orgullosa de nuestra familia moderna”.
Un discurso, una vida
Con tan solo dos años, Foster tuvo su primera aparición en televisión, cuando protagonizó un spot publicitario para la marca de bloqueadores solares Coppertone. Cuando ya había cumplido cuatro, empezó a participar en series de televisión. Y a las 13 tuvo su gran salto cuando fue parte de la icónica Taxi driver, de Martin Scorsese.
Ello marcó el despegue de una carrera llena de éxitos, la que incluso le permitió hacerse de dos Premios Oscar a Mejor Actriz, en 1989 y 1992, por sus papeles protagónicos en Acusados y El silencio de los inocentes.
Pero, claro, para ella actuar siempre ha sido un oficio complejo, que la saca de su comodidad.
—Actuar es extraño y te pone en un lugar de inestabilidad. Yo no tengo la personalidad habitual de un actor —relató en su discurso de los Golden Globe—. Yo no era la niña que subía a bailar a una mesa para conseguir la atención de la gente.
Su personalidad introvertida le significaba hacer un esfuerzo extra para su labor. “El negocio del espectáculo no es un mal trabajo si eres capaz de sobrevivir a ello”, decía esa noche del 2013.
El problema es que “si has sido una figura pública desde que eras una niña, si has tenido que luchar para que tu vida fuese real, honesta y normal a pesar de todo, entonces quizás le des valor a la privacidad por encima de todo lo demás”, declaró y recalcó: “Privacidad”.
Y cómo no. Su trayectoria incluso la llevó a que, sin siquiera haber cumplido los 20 años, terminara capturada por el circo mediático que fue el caso de John Hickley Jr., quien excusó su intento de matar al Presidente estadounidense, Ronand Reagan, con una suerte de obsesión que tenía con el personaje de Foster en Taxi Driver. La actriz incluso testificó en el juicio.
Así, tomaba sentido que las cámaras y los diarios le generan cierta alergia.
Es más, en 2012, cuando se reveló la infidelidad de Kristen Stewart a su pareja de ese momento, Robert Pattinson, Foster —que había conocido a la actriz cuando esta solo era una niña— salió en defensa. “Si yo fuera un joven actor hoy habría renunciado antes de empezar”, declaró. “Si hubiese crecido en esta cultura mediática pienso que no podría sobrevivir emocionalmente”.
Y remató: “No hay derecho de invadir la privacidad de nadie”.
Una expresión inolvidable
Y, claro, como ella predica también practica, desde que era una adolescente de 17 años.
En una entrevista en 1979, sentada cómodamente en un sillón, con su piernas separadas, una apoyada sobre la otra, respondió a las preguntas de la periodista, quien le consultó sobre su futuro, su educación, su carrera e, incluso, su “tipo de hombre”:
—¿Tienes novio?
—No, no —respondió la joven actriz con una risa nerviosa—. No tengo tiempo y supongo que no pienso demasiado en eso.
Después de eso, Foster se quedó callada con una leve sonrisa en la cara, expresión que años después fue tomada por algún cibernauta anónimo para bautizar la imagen como “Gay silence”, convirtiéndola en un popular meme del presente.
Pero en aquel momento, la entrevista continúo:
—¿Qué clase de chico te gustaría cuando tengas tiempo de pensar en eso? —insistió la entrevistadora.
Y, mientras elaboraba la pregunta, Foster esperaba para responder, aún con la sonrisa en la cara. Sacó levemente la lengua entre sus labios y levantó las cejas como queriendo decir: “Yo sé algo que tú no sabes”.
—Aah… No sé…Supongo que me gustaría alguien que entendiera mi trabajo, y que entendiera que, cuando estás frente a la cámara y alguien me dice “¡Jodie, qué hermosa eres!”, no significa nada.
Foster había sorteado la pregunta con habilidad, dejando un bonito mensaje sobre el amor y, fiel a su estilo, poniendo un velo de misterio, de intimidad, que ha cultivado durante toda su vida.