Una artista explicó por qué en la época medieval y renacentista, los gatos eran representados como criaturas demoníacas y deformes.
Para los amantes de los felinos, los gatos son las criaturas más tiernas y bonitas que pueden existir. Hoy Internet está lleno de fotografías, ilustraciones y videos de sus travesuras y misterios que hacen suspirar y enternecen a millones de personas.
Y antiguamente también los retrataban, solo que no de la forma que uno creería. En la época medieval y renacentista, los artistas dibujaban a los gatos como criaturas extrañas, demoníacas y deformes.
Pero, ¿por qué? ¿Acaso los gatos de ese entonces no eran tan majestuosos como ahora?
Por qué los gatos se veían raros en la época medieval y renacentista
Según la artista Alexandra Sclafani, la razón detrás de los dibujos extraños de los gatos en la antigüedad era por motivos religiosos: querían “distinguir su naturaleza indomable de sus contrapartes humanas civilizadas y piadosas”.
“Las caras torpes están destinadas a simbolizar la desviación del comportamiento de un gato doméstico”, aseguró en conversación con el medio español 20minutos.
Pero también estaba el factor de la ignorancia. La experta —quien también analiza la historia del arte— aseguró que “la gente de la Edad Media comenzó a creer que los gatos simbolizaban criaturas oscuras, diabólicas y mágicas”.
“Por eso, a menudo se dibujaban distorsionados, para distinguirlos de la buena representación de la fe religiosa”.
Ese prejuicio de los felinos se habría extendido desde la época medieval hasta el renacimiento. Y algunos trazos de él quedan en la actualidad: en algunas culturas, los gatos (en especial los de color negro) son asociados con brujería y mala suerte. “Los medievales no eran especialmente inteligentes y basaban todo en las apariencias”, explicó la artista.
Sin embargo, en otras partes del mundo, los gatos fueron amados desde el inicio: en Egipto, por ejemplo, los idolatraban. Y es que eran una herramienta poderosa contra plagas, como ratas y serpientes.