Guillermo Parvex abre el debate sobre “Nuestra independencia” en su nuevo podcast

Guillermo Parvex estrenó su nuevo podcast.

Más allá de lo arraigadas que están las costumbres chilenas, el autor instala la discusión sobre los hechos que son realmente determinantes en el proceso de emancipación de la corona española. “No soy partidario de que se borre de la historia, pero me gustaría que se le diera una importancia mayor al 4 de septiembre”, señala el autor.

Septiembre es un mes que está directamente asociado al patriotismo, donde se conmemora sagradamente cada 18, una fecha esperada por muchos para festejar por amor a la bandera. Y si bien está vinculado directamente al proceso independentista, si se hila fino en la historia podrían considerarse otros hitos igual o más relevantes en este camino de emancipación del reino de España.

Esta es la discusión que plantea el escritor Guillermo Parvex en su nuevo podcast “Nuestra independencia”. El autor combina la historia novelada con la ciencia ficción para narrar de manera didáctica y amplia el largo camino que permitió a Chile ser reconocido como un país independiente.

Con la interpretación de Luis Gnecco y Celine Raymond, el relato instala el debate sobre el verdadero significado de la primera junta de gobierno y otros hechos determinantes en este momento histórico de la nación. Los actores se sumergen en una realidad futurista, para inmiscuirse en sucesos verídicos, contando una historia educativa y que se presta para que el auditor pueda sacar sus propias conjeturas.

En este podcast, Parvex instala la discusión: ¿es el 18 de septiembre la fecha más determinante en el proceso independentista?, y a su criterio, no. Situándose en el año 2110, ad portas de la celebración del tricentenario, un historiador le propone a una amiga del congreso analizar el cambiar la fecha que se asocia con la independencia, respaldando su petición con datos reales.

“Este podcast nace de una conversación en un café con Pablo Buttazzoni (director de la Familia Podcasting), quien tenía interés en hacer algo sobre historia conmigo. Quería que yo hiciera el guión y empezamos a sugerir qué cosas podrían hacerse y de qué forma, yo le propuse hablar de la independencia, porque es un tema que yo siempre he tenido presente, que está en una nebulosa en Chile”, señala el escritor a La Cuarta.

En conversación con el Diario Pop, Guillermo se queja de que al 18 de septiembre “le hemos atribuido un bicentenario, que se celebró antes a mi entender, lo mismo el centenario de 1910, que fue una cosa apoteósica en Chile y si mirábamos 100 años atrás, éramos leales súbditos de la corona, no habíamos hecho nada por independizarnos”.

El pasado con la visión del futuro

Con un amplio catálogo de libros de su autoría, Guillermo Parvex quiso incursionar en otro formato que le entregara más libertades al momento de contar una historia. “El formato de los libros lo vengo trabajando desde hace muchos años. A mí me gusta y me acomoda mucho, pero el formato de los podcast es una cosa que hace ya bastantes años está muy difundido, porque es muy cómodo para el receptor, y esa es la razón para incursionar en esto, de una manera más lúdica, más concisa y que la persona la pueda asimilar en situaciones más amplias que un libro”, comenta el historiador.

Algunas de las libertades que se puede dar en este relato, es la posibilidad de pensar en cómo será Chile dentro de 100 años más, “como una ciudad mucho más árida, un Congreso de Valparaíso inundado por el mar y también dejando una muesca de algo que es tradicional ya en nuestro país, como un gran terremoto en el año 2091 que destruyó el viejo Congreso y también con el traslado de la ciudad un poco más al norte. Es un poco jugar con el futurismo, pero no un futuro negro sino que distinto”.

¿Por qué está historia se sitúa en el año 2110 y no en otra época?

—Un poco para jugar con la visión de este futuro y esta mirada retrospectiva en un país mucho más maduro, al borde de cumplir tres siglos de vida independiente. Ahí surge esta discusión de la independencia propuesta por un historiador, y se hace futurista para poder jugar un poco sobre cómo va a hacer este país en 100 años más, en lo político, demográfico, etcétera. Yo creo que es un golpe fuerte a nuestro pasado mirarlo desde una perspectiva más amplia.

¿Considera que las Fiestas Patrias deberían de celebrarse en otra fecha?

—Las Fiestas Patrias yo creo que pueden celebrarse cuando uno determine o como la tradición lo Determine. La tradición de celebrar un 18 de septiembre ya está muy arraigada en Chile, ya son casi 180 años de las fondas y ramadas, pero históricamente tendría que haber un hito más claro en cuanto a nuestra independencia. Lo que se habla en el podcast no es fantasía, está apegado a la historia. A todos nos enseñaron desde pequeños que la primera junta de gobierno con Don Mateo de Toro Zambrano, en la Casa Colorada se reúnen y deciden independizarse de España, y eso es un error porque está claramente dicho en la historia que ahí se juró lealtad eterna al rey Fernando VII, que estaba preso por Napoleón. En ningún momento se dijo: a partir de ahora somos un país independiente, y esta independencia surge un año después con José Miguel Carrera, cuando él se da cuenta que ese primer congreso nacional creado por esta junta de gobierno, estaba integrado en su mayoría por realistas que seguían jurándole lealtad al rey español. El cierre del Congreso, cuando se expulsa a los realistas y se nombran nuevos congresistas, ahí comienza realmente una vida independiente.

¿Por qué entonces celebramos el 18 de septiembre?

—Desde un comienzo, hablemos desde 1810, se difundió dentro de las clases dominantes del reino de Chile que éramos un país que tomaba sus propias decisiones y la primera decisión propia que se tomó es crear esta junta de gobierno. Es cierto que es la primera decisión que toman sin consulta previa a España, pero es una decisión de apoyo al rey. Entonces yo creo que por ahí nace esta confusión, es la primera vez que un grupo de cornotados vecinos del país deciden sin autorización del reino, reunirse y constituir una junta, ahí nace la confusión de que somos un país independiente. Es entendible esta confusión porque a través de cuatro siglos, es la primera vez que un grupo de criollos españoles adopta una opinión independiente, pero no luchan por la independencia, que es distinto.

¿Para usted qué tiene más valor, los hitos simbólicos que llevaron a conseguir la independencia o el día en que se firmó el acta de independencia?

Creo que todo es importante, porque sin la primera junta de gobierno probablemente no hubiese existido el golpe de estado de José Miguel Carrera de 1811, que dio vida a este país. Ahora, las declaraciones de independencia firmadas por Bernardo O’Higgins 7 años después en 1818, en el fondo viene a ser el coronario al proceso independentista, cuando Chile ya podía decir: somos totalmente independientes, porque había terminado el periodo de la Patria Vieja, La Reconquista y la Patria Nueva estaba surgiendo. La declaración de independencia, firmada el primero de enero de 1818 en Talca, o las firmadas en Santiago y Concepción el 12 de febrero del mismo año, son importantes porque en el fondo confirman que somos independientes. Es simplemente el documento que dice que somos independientes, y todo tiene valor, pero las cosas tienen matices.

Yo no desconozco la importancia que tiene la primera junta de gobierno, es todo un proceso de independencia, pero si miramos cuándo Chile realmente dice que somos un país independiente, eso parte realmente en 1811, pero no habría sido posible probablemente sin la primera junta. Las juras de la independencia de Bernardo O’Higgins tampoco habrían sido posible sin toda la lucha que se desencadenó a partir del golpe militar de José Miguel Carrera en septiembre de 1811. Todo ese proceso tiene una marca indeleble y para mí es cuando el gobierno de José Miguel Carrera dice que somos un gobierno independiente de España.

¿4 o 18 de septiembre?

La historia está llena de casualidades, y tal como señala el proverbio, “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Fue justamente lo que sucedió en el proceso independentista chileno, ya que una serie de sucesos que ocurrieron en el Viejo Continente desencadenó una respuesta de los criollos nacionales, sin siquiera pensar que esa junta de gobierno desembocaría en una emancipación de la corona.

“Es muy probable que si Napoleón no hubiese invadido España o si hubiese mantenido al rey, nosotros hubiésemos seguido bastantes años más como una colonia, y habríamos seguido llamándonos reino de Chile. No soy partidario de que se borre de la historia del 18 de septiembre, porque es algo que ha estado tan arraigado durante generaciones, pero me gustaría que se le diera una importancia mayor al 4 de septiembre”, comenta Guillermo Parvex.

En “Nuestra independencia”, el autor reivindica la importancia histórica de José Miguel Carrera, siendo el protagonista de la lucha por desligarnos de España. Una narrativa atractiva para Celine Reymond, quien se declara “carrerista”, por lo que participar en este trabajo fue nutritivo.

“Personalmente soy Carrerista, así que me parece fantástico que nuestro padre de la patria sea José Miguel Carrera y que la fecha real de la independencia se celebre quizás 1 mes completo ya que sigue siendo en septiembre”, señala la actriz.

Por su parte, Luis Gnecco comenta: “Me parece genial cuestionar la fecha de independencia, yo soy bastante iconoclasta en esto de respetar los hechos y las fechas de las historias, en términos de no cuestionar todo, también me carga eso de andar cuestionando toda la historia, pero está claro que siempre hemos sabido que respecto a qué se celebra el 18, una pregunta que nos hemos hecho hace mucho tiempo. Creo que cuestionar algunos hechos de nuestra historia que hemos tratado como palabra santa es interesante y valiente, me parece interesante”.

Guillermo Parvex quedó encantado con la participación de los intérpretes, quienes cumplieron sus expectativas con creces. “Me parece muy bien, es lo que se buscaba. Algo serio, pero en el fondo lúdico, con una conversación distendida, matizada por los robots, que no me cabe ninguna duda que en 100 años más los vamos a tener como asistentes. Me parece que es una muy buena actuación, porque es lo que se buscaba, no es algo docto 100%, tiene un buen contenido pero contado de una forma muy amena”, cierra el escritor.

Más allá de pretender cambiar la historia o reescribirla, el autor siembra la discusión de que hubo hechos muy importantes en nuestra historia que no se les reconoce el mérito que tienen, y deja abierta la puerta a una mayor valoración al 4 de septiembre. ¿Será una justificación para sumar un nuevo feriado al calendario?

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