A la Unión Europea le preocupa que desde Meta no estén tomando las medidas necesarias para proteger a los menores.
Facebook e Instagram dos de las redes sociales más populares están bajo el punto de mira de la Unión Europea y es que desde el organismo han abierto una investigación formal contra Meta por las preocupaciones que existen respecto a los resguardos para los menores que utilizan ambas redes sociales.
Es así como la investigación busca evaluar si Meta ha violado las normas de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE, apuntando a que los algoritmos de ambas redes pueden causar “adicciones conductuales en los niños” y crear “efectos de madriguera de conejo”.
Con esto es que a la Unión Europea le preocupa que desde Meta no estén tomando las medidas necesarias para evitar que esto suceda, a la vez que apuntan a que las herramientas de verificación de edades pueden no ser “razonables, proporcionadas y efectivas”.
Junto con esto, la investigación busca evaluar los sistemas de recomendación de contenido de las plataformas para evitar que los menores estén accediendo a contenido que no corresponde, así como la configuración de privacidad que entregan.
Según se conoció, los próximos pasos de la comisión encargada de la investigación será reunir pruebas adicionales y aunque aún no hay una fecha límite formal para el procedimiento, la UE puede tomar medidas provisionales mientras esta se realiza.
En caso de descubrirse que Meta viola las reglas de la DSA, podrían enfrentar multas de hasta el 6% de sus ingresos globales.
Protección de los usuarios
Cabe recordar que esta no es la primera vez que Meta se ve afectada por demandas relacionadas con el resguardo de los usuarios y ya hace un tiempo pagaron 725 millones de dólares con el fin de resolver la demanda colectiva que afirmaba que la compañía tras Facebook dio acceso a terceros a los datos de los usuarios de la red social sin el consentimiento de estos.
Aquella demanda comenzó en 2018, luego de que saliera a la luz que la información de 87 millones de usuarios fue compartida con Cambridge Analytica, una consultora que estaba ligada a la compaña de Donald Trump.
El acuerdo junto con el dinero también apuntaba a que Meta ha “cambiado significativamente” sus prácticas en relación al intercambio de datos luego de 2019, y ya no entrega el mismo acceso a los datos de los usuarios.