El actor ha revelado que sufre de “ceguera facial”, una condición neurológica que le impide reconocer rostros, lo que ha causado malentendidos en su vida social y profesional. A pesar de intentar explicarlo, muchos lo han considerado arrogante o desinteresado.
El reconocido actor Brad Pitt, estrella de películas como Los Siete Pecados Capitales y Érase una vez en Hollywood, ha hablado sobre su dificultad para reconocer rostros debido a la prosopagnosia, también llamada “ceguera facial”. Y esa condición le ha generado confusión en su vida social y profesional.
En entrevistas con publicaciones como GQ y Esquire, Pitt ha mencionado sentirse avergonzado por no reconocer rostros, lo que ha llevado a que algunos lo consideren arrogante. “¡Nadie me cree!”, llegó a decir en 2022.
Además ha dicho que intenta compensarlo preguntando dónde conoció a las personas, pero esto también puede causar incomodidad.
“Mucha gente me odia porque cree que les falto el respeto”, dijo a Esquire. “Así que juro por Dios que durante un año dije: ‘Este año voy a admitirlo y decirle a la gente: ‘Bueno, ¿dónde nos conocimos?’. Pero la cosa empeoró. La gente se ofendió aún más”, lamentó el actor.
“De vez en cuando, alguien me da contexto y le digo: ‘Gracias por ayudarme’. Pero hago enojar a más gente. Me dicen: ‘Estás siendo egoísta. Estás siendo engreído’. Pero para mí es un misterio. No puedo entender una cara y, sin embargo, vengo desde un punto de vista estético/de diseño”, agregó.
Qué es la “ceguera facial”
El padecimiento en cuestión es un trastorno neurológico que impide reconocer rostros, incluso cuando la vista y la memoria funcionan correctamente.
Esta afección puede ser adquirida, ocurriendo tras un daño cerebral por un accidente cerebrovascular, traumatismo o enfermedad neurodegenerativa. Pero también puede surgir por una condición congénita, estando presente desde el nacimiento, con posible origen genético. En ese sentido, se estima que el trastorno afecta hasta un 2,5% de la población de los Estados Unidos.
Para diagnosticarla se realizan evaluaciones neurológicas, pruebas de memoria y estudios cerebrales como resonancias magnéticas para detectar anomalías.
Y aunque no tiene cura, se pueden aplicar estrategias para compensar la dificultad como identificar a las personas por su voz, peinado o forma de caminar, además de asociar rostros con características distintivas.
En el caso de Pitt, la situación es un poco más llamativa ya que justamente este trastorno puede dificultar la interacción en diversas profesiones, como la actuación. Pero también puede afectar a personas que trabajan en la política y la educación, donde el reconocimiento facial es clave para las relaciones interpersonales.