La organización de salud informó que analizaron “numerosos estudios que mostraron consistentemente un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en humanos”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al talco, el popular polvo cosmético utilizado en higiee y cuidado personal, como un producto “probablemente cancerígeno para los humanos”.
Aquella conclusión de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, basada en evidencia de estudios en animales y humanos, recalca por ejemplo el riesgo potencial de cáncer de ovario asociado con el uso de talco en productos cosméticos. Además, la contaminación del talco con asbesto presenta riesgos adicionales.
La clasificación situó al talco en el nivel 2A de su pirámide de identificación de peligros, lo que implica que, pese a existir una evidencia limitada sobre los efectos en humanos, está la certeza de que causa cáncer en animales y por ende representa un riesgo para las personas.
“La clasificación del Grupo 2A es el segundo nivel más alto de certeza de que una sustancia puede causar cáncer. Hubo numerosos estudios que mostraron consistentemente un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en humanos que informaron el uso de talcos corporales en la región perineal. Aunque la evaluación se centró en talco que no contenía amianto, en la mayoría de los estudios realizados en seres humanos expuestos no se pudo excluir la contaminación del talco con amianto”, planteó la agencia internacional de la OMS.
El talco es un mineral compuesto principalmente de silicato de magnesio, siendo reconocido por su textura suave que lo hace útil en una variedad de productos cosméticos, como polvos faciales y corporales, a raíz de su capacidad para absorber la humedad.
Pero más allá de que se encuentra en productos de higiene personal, como el talco para bebés, también se usa en la industria farmacéutica, textil e inclusive la alimentaria, ya que el talco magnésico (E553b) se utiliza para recubrir moldes para hornear, productos de confitería y preparaciones a base de cereales para bebés, entre otros.
En paralelo, la OMS también clasificó al acrilonitrilo, un compuesto utilizado en textiles y plásticos, como “cancerígeno” para los humanos.
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