La psicóloga Susan Albers respalda la "terapia de compras" como un impulso para el bienestar.
¿Alguna vez has sentido una emoción especial al comprar algo que te gusta? Pues no es solo tu imaginación. Expertos en psicología confirman que ir de compras puede ser una verdadera “terapia” para tu felicidad.
La psicóloga Susan Albers, explica que el acto de comprar libera hormonas de la felicidad como la dopamina y la serotonina, las mismas que se activan al comer o besar. Además, nos da una sensación de control sobre nuestras decisiones y nos permite visualizar un futuro mejor, lo que reduce la ansiedad.
“Las investigaciones sugieren que hacer compras tiene un valor psicológico y terapéutico significativo, siempre que se haga con moderación, por supuesto”, explica la especialista.
Cuando compramos algo que deseamos, nuestro cerebro experimenta una cascada de reacciones químicas.
La dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, se libera, lo que nos hace sentir bien. Esta sensación de bienestar puede ser especialmente útil en momentos de estrés o tristeza, ya que nos proporciona un alivio temporal y nos ayuda a distraernos de nuestros problemas.
Más allá del placer inmediato
Cabe señalar que la “terapia de compras” no se trata solo de la gratificación instantánea, ya que también puede tener beneficios a largo plazo para nuestra salud mental.
Un estudio de 2014 del Journal of Consumer Psychology concluyó que la tristeza suele estar asociada a una sensación de falta de poder para cambiar nuestra situación. Al tomar decisiones sobre qué comprar, ejercemos nuestra autonomía y reforzamos nuestra sensación de control sobre nuestras vidas.
Esta sensación de control puede ser especialmente importante en situaciones en las que nos sentimos abrumados.
“Cuando sientes que las cosas no salen como esperabas, conseguir exactamente lo que quieres puede parecer un logro personal positivo”, señala Susan Albers.
Por otro lado, el acto de comprar también va acompañado de la visualización. Nos imaginamos a nosotros mismos usando o disfrutando de los objetos que adquirimos, lo que puede generar sentimientos de anticipación y emoción positiva.
Esta visualización puede ser especialmente poderosa cuando compramos cosas que nos ayudan a alcanzar nuestras metas o mejorar nuestra calidad de vida.
Respecto a esto, la psicóloga señala que “la visualización es una herramienta poderosa. Por eso a tanta gente le gusta hacer tableros de visualización y los atletas de élite trabajan en estrecha colaboración con psicólogos deportivos”.
Así que la próxima vez que estés triste, puedes irte de shopping tranquilamente sin sentirte culpable, incluso si no compras nada, Susan señala que podrás sentir de igual manera un cambio en tu estado de ánimo.
