El telescopio James Webb fue utilizado para, a través de su cámara infrarroja, capturar un espectáculo que no había sido visto por un ojo humano.
La cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) del telescopio James Webb, el más potente del mundo, se enfocó en el planeta más grande del Sistema Solar: Júpiter.
El resultado de ese acercamiento entregó una imagen muy llamativa que pone énfasis en las auroras que se extienden sobre el polo norte y el polo sur del gigantesco planeta gaseoso.
Claro que como la luz infrarroja capturada por la cámara es invisible para el ojo humano, el equipo del telescopio trabajó con la científica Judy Schmidt para trazar un mapa de datos que destaca los detalles de este hallazgo.
En ese sentido, lo anterior explica el por qué la característica gran mancha roja de Júpiter se tiñe completamernte de blanco en la siguiente imagen.
“El brillo aquí indica una gran altitud, por lo que la Gran Mancha Roja tiene brumas de gran altitud, al igual que la región ecuatorial. Las numerosas ‘manchas’ y ‘rayas’ de color blanco brillante son probablemente cimas de nubes a gran altitud de tormentas convectivas condensadas”, explicó Heidi Hammel, científica interdisciplinaria para observaciones del sistema solar con el telescopio.
El telescopio fue lanzado en diciembre de 2021 y ya ha entregado una serie de imágenes en color de alta resolución que dan cuenta de información del pasado distante del universo.