Las adaptaciones de Disney seguirán protegidas por las leyes de derechos de autor, pero cualquiera podrá copiar, adaptar o reinventar a las historias de ambos libros.
Como sucede cada año, diversas obras artísticas entran al dominio público para quedar libres de toda exclusividad, tanto en la forma de acceder a ellas como a la hora de utilizarlas. Puedes imprimirlas, adaptarlas al calco o inclusive parodiarlas.
En 2022, dos casos emblemáticos serán las novelas “Winnie-the-Pooh” de Alexander Milne, y “Bambi” de Felix Salten, ambas obras que dieron pie a populares adaptaciones de Walt Disney.
Pero aunque ambas obras quedarán sin restricciones, eso no significa que lo mismo sucederá con las versiones Disney. Esas interpretaciones, tanto en sus diseños como historias o inclusive trabajos de voz, seguirán resguardadas por varias décadas más.
Por ejemplo, la película de Bambi tiene múltiples diferencias con la novela, mientras que el diseño con polera roja de Winnie es muy distinto a lo establecido por el trabajo de Milne.
Con todo lo anterior en cuenta, es necesario recalcar que Disney ha impulsado diversas iniciativas para proteger a sus creaciones. Aunque se supone que Mickey Mouse, a partir de su corto original, entrará al dominio público en 2024, en la compañía han realizado múltiples acciones de lobby para generar cambios en las leyes de derechos de autor.
De hecho, Mickey Mouse originalmente debía entrar al dominio en 1984, pero leyes adicionales terminaron extendiendo los derechos sobre el corto original hasta el próximo 2024.
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