Son muchas las aguas embotelladas en Chile que están contaminadas con miles de trozos de plástico pequeños. Esto es lo que dice la ciencia sobre sus efectos en nuestra salud.
Alarmante fue la noticia que reveló que el agua embotellada que consumimos a diario está contaminada con miles de trozos de plástico pequeños, más conocidos como microplásticos.
Y es que tras los resultados del estudio de la Universidad de Columbia, le siguió otra investigación de la Universidad de Chile que terminó por confirmar que las aguas embotelladas que se venden en Chile también contienen microplásticos que estaríamos ingiriendo en nuestro día a día.
Estas son las marcas chilenas de agua embotellada que contienen la mayor cantidad de microplásticos y los efectos que tiene su ingesta en nuestra salud.
Las marcas chilenas de agua embotellada que tienen microplásticos
La contaminación en nuestro planeta estaría provocando que los microplásticos estén en nuestro alrededor y, cada vez más, en la comida y líquidos que consumimos.
Hace varios años atrás, se reportó que los productos de mar, como mariscos y pescados, contenían microplásticos que se alojaban en nuestro cuerpo tras comerlos. Por ello, esta segunda alarma cobra relevancia, pues el agua, el líquido que necesitamos para sobrevivir, está contaminada por miles de partículas.
En esta línea, según el estudio de la Universidad de Chile, el ranking de aguas en el país con mayores índices de microplásticos son:
- Pura Agua, 633 partículas estimadas promedio por litro.
- Fiji (importada), 508 partículas estimadas promedio por litro.
- Acqua Panna (importada), 492 partículas estimadas promedio por litro.
- Pure Life, 475 partículas estimadas promedio por litro.
- Benedictino, 450 partículas estimadas promedio por litro.
Además de las cinco marcas mencionadas, la lista que entregó la casa de estudios comprendía un total de 12 aguas chilenas contaminadas con microplásticos que puedes revisar aquí.
Cómo los microplásticos afectan a la salud
Los microplásticos son tan pequeños, que son imperceptibles al ojo humano. Por ello, aunque no los podamos ver, preocupa que estén en el aire y sobre nuestros alimentos y líquidos.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España —en un estudio publicado en Nature Journal— reveló que uno de los efectos secundarios de la ingesta de microplásticos en la salud es la alteración en el funcionamiento de los intestinos.
Además, otras investigaciones sugieren que las toxinas provenientes del plástico tienen relación con las enfermedades pulmonares (como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica), el desarrollo del cáncer y la inflamación crónica.
Sin embargo, los científicos todavía no se ponen de acuerdo para determinar otros efectos de la ingesta de microplástico, principalmente porque se trata de un fenómeno relativamente nuevo que carece de literatura.
De hecho, según National Geographic, medir los efectos adversos en humanos “es mucho más difícil que en los animales: (...) los humanos no pueden ser alimentados intencionalmente con una dieta de plásticos”.
Así también coincidió la ecóloga ambiental de la Universidad de Hull en Reino Unido, Jeanette Rotchell, quien aseguró que todavía existen muchas preguntas sobre el tema y que se debe estudiar los niveles a los que estamos expuestos y qué tipo de microplásticos estamos consumiendo.
“Hay un gran vacío de conocimiento”, dijo la especialista.