Trabajar en turnos rotativos y nocturnos puede traer consecuencias para la salud física y emocional de los trabajadores. Expertos explican los riesgos y cómo mitigar los efectos negativos de este estilo de vida.
Las personas que trabajan en turnos rotativos o nocturnos suelen enfrentar una serie de desafíos que afectan tanto su salud como su bienestar social.
Entre los problemas más comunes se incluyen dificultades para seguir dietas saludables y mantener relaciones cercanas con amigos y familiares.
Estos problemas, según la experta Jeanne Duffy, profesora de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard, pueden generar efectos negativos a largo plazo en la salud de los trabajadores, especialmente si no se toman medidas preventivas.
Riesgos para la salud
Los expertos coinciden en que quienes trabajan en turnos rotativos tienen un mayor riesgo de desarrollar varios trastornos de salud, entre ellos problemas gastrointestinales, trastornos del estado de ánimo y enfermedades cardiovasculares.
Además, las probabilidades de sufrir accidentes automovilísticos, resfriados, gripes y virus estomacales aumentan, ya que el sistema inmune puede debilitarse debido a la alteración de los ciclos de sueño y actividad.
Uno de los riesgos más importantes son los riesgos de padecer obesidad y diabetes tipo 2, especialmente para aquellos que trabajan de noche.

Michelle Drerup, directora del Programa de Medicina Conductual del Sueño de la Clínica Cleveland, explica que esto ocurre debido a que los horarios irregulares dificultan el control del horario de las comidas, lo que puede llevar a un consumo desordenado de alimentos poco saludables.
Además, trabajar en turnos nocturnos crea un conflicto constante con los ritmos biológicos naturales del cuerpo, lo que puede resultar en una baja socialización con familiares y amigos, afectando las relaciones personales y el bienestar emocional.
Consejos para mejorar el bienestar
A pesar de los riesgos, los expertos en el sueño ofrecen varias recomendaciones para mitigar los efectos negativos de trabajar en turnos nocturnos y rotativos.
La clave está en mantener un estilo de vida saludable y planificado:
- Mantén una dieta equilibrada: Planificar las comidas con anticipación y optar por alimentos saludables es esencial para prevenir enfermedades crónicas. Evitar las comidas pesadas y procesadas durante el turno nocturno puede marcar una gran diferencia.
- Siesta corta: Si sientes que te quedas sin energía durante el turno de trabajo, una siesta breve de entre 15 y 20 minutos puede ser suficiente para restaurar la alerta y la concentración.
- Controla el consumo de cafeína: Evita tomar más de dos tazas de café en las primeras horas de tu turno. Limita su consumo en las últimas cuatro o cinco horas de trabajo para no afectar tu capacidad para dormir después.
- Mejora la calidad del sueño: Al llegar a casa después del turno nocturno, asegúrate de evitar luces brillantes, como las de tu celular, ya que estas pueden alterar el ciclo natural de sueño. Cuando llegues a la cama, procura dormir lo antes posible para aprovechar las horas de descanso de la manera más efectiva.
- Socializa en los momentos adecuados: Es importante hacer un esfuerzo por mantener el contacto con amigos y familiares durante los días libres. Esto ayudará a reducir la sensación de aislamiento social y contribuirá a un mejor bienestar emocional.