El debut del primer negocio del gigante sueco desató furor, con miles de compatriotas agolpados desde la madrugada.
La apertura de la primera tienda del gigante sueco Ikea desató una locura en Santiago, con miles de personas ansiosas y agolpadas desde la madrugada a las puertas del centro comercial Open Keneddy.
Cortada la cinta, Ikea dio el vamos entre colores y banderas tanto de Chile como de Suecia.
Incluso, el ministro Mario Marcel participó del evento, señalando que “es una inversión importante y es una señal de confianza en nuestra economía”.
“Este es un proyecto que estuvo madurándose durante varios años, cruzó entremedio la pandemia, pero en definitiva se materializó con una inversión muy significativa, cercana a los US $100 millones”, detalló el titular de Hacienda.
Por si no fuera suficiente, en medio de los muebles y objetos de decoración, la nueva tienda también tiene un espacio para que sus consumidores se sirvan una cosita.