Para concretar su investigación, los autores utilizaron cerca de dos mil sismógrafos para analizar ondas sísmicas en el territorio de Estados Unidos.
El geofísico e investigador de la Universidad de Northwestern, Steven Jacobsen, lideró un estudio que encontró un océano a unos 700 kilómetros en las profundidades de la Tierra.
Se trata de un hallazgo que entrega nuevas aristas en el entendimiento científico del planeta.
Según palabras suyas rescatadas por LUN, se presenta como “una prueba tangible de que el agua de la Tierra provino del interior”.
Esta reserva se encuentra dentro de una roca que es conocida como ringwoodita y tiene una magnitud que equivale a la de tres océanos juntos, explicaron los autores.
La teoría que sostienen es que los mares se formaron a partir de filtraciones que vinieron desde el núcleo de la corteza terrestre.
Dicha hipótesis se distancia de la que propone que se originaron a raíz del impacto de meteoritos.
Hace aproximadamente una década, en 2014, científicos habían asegurado que el agua que está en las rocas del manto terrestre está en un cuarto estado que no es ni líquido, sólido o gaseoso.
De hecho, sostuvieron que está atrapada como si se tratara de “una esponja”.
El investigador de Northwestern afirma que más del 1% del peso de la estructura cristalina de ringwoodita podría consistir en agua, lo que se condice con ese trabajo previo y plantea nuevas aristas en este campo de estudio.
En qué se traducen los hallazgos
El oceanógrafo, geólogo y académico de la Universidad Andrés Bello, Juan González, explicó al citado medio que la Tierra posee tres capas: el núcleo, el manto y la corteza.
Sobre la investigación del equipo liderado por Jacobsen detalló que “es un trabajo sobre un mineral descubierto en los años 60, que se detectó, debido a su estructura química, que es capaz de almacenar agua”.
“Mediante estudios sismológicos por el manto terrestre, descubrieron que existen reservorios que les da para pensar que el agua no viene desde la atmósfera, sino que desde un lugar que no teníamos tan presente como lugar de origen”, agregó.
Para llegar a esa hipótesis, utilizaron cerca de dos mil sismógrafos en el territorio de Estados Unidos, para así analizar las ondas sísmicas de unos 500 terremotos, precisaron.
“Hay placas tectónicas que están naciendo, como acá en la dorsal de Chile, como nace la Placa de Nazca. Entonces, es un constante reciclaje dentro del manto, que dentro de su estructura cristalina, trae agua”, añadió González.
Por su parte, la epidemióloga medioambiental y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, Patricia Matus, explicó a LUN que estos hallazgos “vendrían a cambiar la hipótesis de la génesis del agua”, es decir, “la teoría imperante de que había llegado (como todo) del espacio por medio de meteoritos”.
“Esta evidencia, de ser cierta, hablaría de que el agua se habría formado en el núcleo de la Tierra”, enfatizó la especialista.