Bryan Johnson lleva años intentado detener el tiempo, una de sus técnicas es una dieta basada en vegetales, lo cual demacró su rostro, y al intentar revertir estos efectos enfrentó duras consecuencias.
Bryan Johnson tiene solo 47 años pero quiere ser joven eternamente, por eso desde hace años lleva a cabo un ambicioso proyecto para revertir su edad biológica y lograr la funcionalidad física y mental de un joven de 18.
Este tratamiento lo denominó Project Blueprint, y ha invertido en él 2 millones de dólares por año. El magnate combina avanzadas técnicas médicas, estrictos hábitos alimenticios y un monitoreo diario de su salud.
De hecho, en su intento por revertir el envejecimiento, Bryan usó inyecciones de grasa donada para restaurar el volumen facial, el cual disminuye de forma natural con los años y también por su dieta.
Sin embargo, este procedimiento tuvo complicaciones inesperadas, como una inflamación excesiva que le provocó pérdida temporal de visión y un severo episodio alérgico.
Sus tratamientos para rejuvenecer
Johnson ha recurrido a la “terapia de plasma generacional”, que implica el intercambio de plasma con su padre, Richard, y su hijo de 18 años, Talmage.
Según indican, la sangre joven podría ayudar a reparar los daños celulares causados por la edad. Los tres se han realizado transfusiones como “terapia experimental”.
En entrevista para Futurism, el millonario dijo que los beneficios en su caso no fueron concluyentes, y que el procedimiento tuvo efectos positivos en su padre.
“Me rebelo contra la cultura de la muerte”
Johnson también adoptó otras medidas, como el uso de dispositivos biométricos, sesiones de láser facial, análisis de sus heces y un estricto régimen de ejercicio físico que incluye entrenamientos de alta intensidad tres veces a la semana.
Además de una dieta basada en verduras como brócoli, coliflor, ajo, jengibre y semillas de cáñamo con aceite de oliva extra virgen. También consume 111 pastillas para complementar su nutrición. No usa sal ni otros condimentos, excepto cloruro de potasio.
“Me rebelo contra la cultura de la muerte. En el siglo XXI, el único objetivo es no morir”, declaró Bryan a Daily Mail.
Producto de esta dieta, compuesta casi en su totalidad por vegetales licuados, tiene un porcentaje de grasa corporal extremadamente bajo, lo que ha dejado consecuencias en su rostro visiblemente demacrado. Y al probar las inyecciones de grasa facial, el resultado no fue el esperado.