“Mi única adicción son las mujeres”: los tratamientos a los que se sometió “El Chapo” para rejuvenecer

Si hay algo que caracteriza al narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, cofundador del Cártel de Sinaloa, es la de tener más de una pareja al mismo tiempo.

Para el ex líder del Cártel de Sinaloa mientras se encontraba en libertad era importante mantener una imagen de juventud, ya que al ser el jefe tenía una obsesión por lucir bien y mantenerse atractivo.

Es por esto, que cuando la criminóloga Mónica Ramírez entrevistó en la cárcel al narcotraficante nacido en Badiraguato, Sinaloa, una de las cosas que le preguntó fue si tenía alguna adicción.

“Mi única adicción son las mujeres”, comentó el líder de la organización de narcotráfico más grande y poderosa de América Occidente.

Durante los cuatro meses que duró el juicio del siglo contra el Chapo, los testigos cooperantes que desfilaron por la Corte Federal del Distrito de Brooklyn contaron todo tipo de cosas y anécdotas que dieron cuenta del funcionamiento interno del Cártel.

No obstante, tras entregar toda la información en el juicio, no pudieron faltar las excentricidades y los caprichos que consintieron a el Chapo Guzmán, cual “nuevo rico”, cuando comenzó a amasar una considerable cantidad de dólares producto de la venta de drogas en los Estados Unidos y en otros países de Europa.

Uno de los testimonios más surrealistas fue el del segundo testigo de la fiscalía, Miguel Ángel Martínez Martínez, más conocido como “el Gordo” o “el Tololoche”, quien fue piloto y mano derecha del narcotraficante durante 12 años.

Según el relato de “El Gordo”, el boom de la cocaína durante los años noventa fue tan beneficioso para el Cártel de Sinaloa que su ex líder, quien había empezado su carrera como un humilde cuidador de campos de marihuana, empezó a hacerse con una flotilla de aviones privados, mansiones en diferentes playas de México y hasta un zoológico privado en un rancho de Guadalajara.

“Todo esto fue gracias al boom cocainero de comienzos de los años noventa”, indicó Martínez el martes 27 de noviembre de 2018, durante la séptima jornada del juicio contra el capo mexicano que se celebró en Brooklyn, Nueva York.

Según el relato del Gordo, durante esos años de prosperidad, un día cualquiera el Chapo se iba lo mismo a Macao, si se le antojaba apostar, o volaba hasta Suiza para someterse a un tratamiento de rejuvenecimiento.

En uno de esos viajes el exlíder se sometió a un método de células rejuvenecedoras en Suiza. Al “Chapo” le importaba mucho su apariencia y los cambios físicos por el paso de los años, debido a que en aquel entonces tenía alrededor de “cuatro y cinco mujeres”, manifestó el cooperante.

La psicóloga que lo entrevistó señaló que Guzmán Loera tiene un rasgo de personalidad que lo hace respetuoso del matriarcado, una influencia muy marcada por su abuela y su madre, Consuelo Loera.

“Es una persona respetuosa, cuida mucho las formas, cordial, amable, muy reservada, pero cuando entablas confianza puedes platicar con él de manera extraordinaria, lo que te permite saber cómo opera su mente”, expresó la criminóloga.

Asimismo, le comentó a la especialista que su adicción son las mujeres, también tiene 23 hijos reconocidos.

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