La querida mascota vivió toda su vida junto a su familia en Portugal y a comienzos de este año fue reconocida con el récord Guinness.
El querido Bobi, un mastín del Alentejo que según la organización Guinness era el perro más longevo del mundo, murió este fin de semana a los 31 años y 165 días de edad.
Este lunes, la organización confirmó que la mascota había fallecido el pasado 21 de octubre en su hogar en la villa Conqueiros en Portugal, lugar en el que vivió toda su vida junto a la familia Costa.
La muerte fue anunciada por la veterinaria Karen Becker, quien conoció a Bobi en varias ocasiones. “Anoche, este dulce chico ganó sus alas. Aunque ha sobrepasado a todos los perros en la historia, sus 11.478 días en la tierra nunca serán suficientes para aquellos que le quisieron”, escribió Becker en su cuenta de Facebook.
La historia de Bobi se volvió viral en redes sociales y el pasado 2 de febrero de este año, la querida mascota fue reconocida como el “perro vivo más longevo del mundo” hasta la fecha.
Su edad fue confirmada por el servicio veterinario del municipio de Leiria, detallando que había sido registrado en 1992.
Leonel Costa, el dueño de Bobi, lo escondió de sus padres junto a sus hermanos cuando nació, ya que la familia no quería tener más mascotas.
El hombre le atribuyó su longevidad al ambiente tranquilo en el que recibió Bobi y también a su alimento, ya que el perro comía lo mismo que sus humanos. A su vez, la mascota nunca fue amarrada, por lo que podía disfrutar de la naturaleza alrededor de su hogar.
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