Ante el alto costo del tratamiento, decidió sacar una mesa a la calle y vender su colección. Su historia se viralizó y la familia logró superar la meta.
Ningún ítem de colección es más valioso que una mascota. Eso lo tiene claro Bryson Kliemann, un niño de ocho años fanático de Pokémon.
Su historia comenzó un día mientras jugaba en su hogar del estado de Virginia en Estados Unidos. Ahí notó algo que despertó su preocupación y motivó que llevaran a su cachorro, llamado Bruce, al veterinario.
"No estaba saliendo de su jaula ni era el cachorro normal que suele ser", dijo Kimberly Woodruff, madre del niño, a ABC News. "Estaba muy letárgico, no estaba bien".
Al ser examinado, el veteriano detectó que Bruce padecía de un parvovirus, una enfermedad canina altamente contagiosa. El problema para la familia es que el tratamiento alcanzaba un valor de $700 dólares (casi 500 mil pesos chilenos), una suma que simplemente no tenían.
Pero para Bryson, su perrito era mucho más valioso que cualquier monto. De ahí que el niño literalmente tomó cartas en el asunto, reunió su colección de Pokémon y decidió sorprender a su madre con la ayuda económica necesaria.
Vendería sus cartas coleccionables para salvar a su perrito, sin avisar su plan.
Según explicó Kimberly, mientras trabajaba recibió un mensaje que la sorprendió. Se trataba de una foto de Bryson, sentado con una mesa en la calle, vendiendo sus cartas.
"Sé que a todo el mundo le gustan las cartas de Pokémon, así que decidí venderlas", dijo el pequeño.
Ese hecho despertó a la ayuda comunitaria. Tras hacer correr la voz, creando una campaña para recaudar fondos en Internet, la familia recibió la ayuda que necesitaba.
No solo eso, las donaciones alcanzaron a los $1900 dólares para mantener a Bruce. Y claro, el gesto desinteresado de Bryson ayudó a cumplir la meta de salvar a su mascota.