En medio de los muebles y objetos de decoración, la nueva tienda también tiene un espacio para que sus consumidores se sirvan una cosita.
En el marco del lanzamiento de Ikea en Chile, todos estaban preocupados de esperar (en la fila), vitrinear y, finalmente, comprar.
Pero la marca sueca propone una experiencia que va más allá en el recorrido de sus consumidores. Un concepto que incluye un pequeño lugar dedicado a la venta de comida.
Se trata de un espacio que vende snacks calientes (incluyendo hot dogs, papas fritas y empanadas), snacks fríos (Como wraps y sandwich vegano), postres, bebidas freías y bebidas calientes.
En ese escenario, hubo un alimento que inevitablemente llama la atención: un hot dog sueco.
¿Qué diablos es un hot dog sueco? Pues simplemente pan, vienesa/salchicha, chucrut morado y cebolla crispy. Es decir, lo siguiente:
Puesto en la balanza con un tradicional completo, el hot dog sueco tiene todas las de perder. No vamos a mentir. Su nivel simplemente está a años luz de un buen completo de fuente de soda. No vamos a cuentear, ya que hay que respetar a la tradición y el sabor superior tapa arterias.
Pero este dog hog igual tiene un par de cosas a su favor. En primer lugar, dentro de todo, es lo suficientemente sabroso como para no quedar reducido en ese triste y lamentable terreno en el que están los completos de bencineras. Por favor, ténganse un poco de amor propio y no coman ese tipo de completos tristes de servicentro.
Lo segundo a su favor es el precio, ya que este verdadero tentempié tiene un costo de $1.190 pesos. Si quieren un hot dog tradicional, el costo solo alcanza a los $690 piticlines. Una ganga en estos tiempos.
Otro detalle es que Ikea vende “menús” que incluyen el combo de comida y bebestible. Entre estos últimos destacan las bebidas IKEA llamadas LASKANDE, las cuales son más económicas que una lata de marca. Además incluyen una bebida cola en versión light y tradicional, esta última con el sabor que se puede esperar de una gaseosa alternativa.
El siguiente es el menú con precios económicos para todo aquél que quiera servirse un vituperio después de recorrer todos los pasillos de la tienda.
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