El chileno reveló que durante al menos 15 años, su carrera como actor parecía no rendir frutos. Su compañera y amiga, Sarah Paulson, le donaba algunos sueldos para que pudiera subsistir.
A estas alturas, resulta difícil pensar que a Pedro Pascal podría irle mal en su carrera como actor. Y es que el chileno está bien posicionado en la industria del cine y ha logrado ser parte de grandes producciones —como The Mandalorian, Game of Thrones y The Last of Us— que lo han hecho merecedor de distintos premios.
Pero no siempre fue así. El camino de Pascal fue un largo viaje cuesta arriba que casi lo convenció de dejarlo todo. “Estamos hablando de dificultades para afrontar gastos como ver a un doctor, operarme, enfermarme, o pagar el arriendo”, se sinceró en una entrevista con Entertainment Tonight.
Por 15 años, aguantó vivir al límite, hasta que un rol lo catapultó al éxito. Esto fue lo que pasó.
El duro camino de Pedro Pascal a la cima de Hollywood
La etapa que más le costó al chileno fue comenzar a ser actor, un tiempo que se prolongó a 15 largos años de dificultades económicas y debates internos de si lo lograría o no.
La familia de Pascal estaba refugiada en Texas, después de que comenzara la dictadura en Chile, y al cumplir 18 años, el joven se mudó a Nueva York para estudiar Arte dramático en la Orange County High School of the Arts y la Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York.
Desde entonces, audicionó en distintos roles, pero no tuvo mucha suerte. Para subsistir, trabajó de mesero, pero no siempre le alcanzaba, por lo que Sarah Paulson —otra reconocida actriz que fue su compañera de universidad— lo tenía que ayudar económicamente.
“Había veces en que le daba el sueldo de uno de mis trabajos para que tuviera dinero para alimentarse”, aseguró Paulson al mismo medio.
Entonces Pascal se puso una edad límite para seguir intentándolo: “Mi visión era que si no tenía alguna exposición importante a los 29 años, se acababa. Estaba constantemente reajustando lo que significaba comprometer mi vida a esta profesión y renunciando a la idea que tenía de ella cuando era un niño. Había muchas buenas razones para abandonar la ilusión”.
Y es que la situación era tan crítica que, en una ocasión, se quedó con tan solo siete dólares ($6.500 pesos chilenos aprox.) en su cuenta. Pero en ese momento le llegó un “pago residual” de la serie Buffy, la cazavampiros, donde tuvo una aparición muy breve y sin mucha relevancia.
Sin embargo, este dinero fue lo que “salvó” para continuar sobreviviendo financieramente y, finalmente, en 2014 trabajó en Game of Thrones, terminando así con una mala racha de más de una década.
Poco sabía que ahora sería un actor codiciado en la industria y que protagonizaría incluso un nuevo proyecto de Marvel, Los cuatro fantásticos, y Eddington, la nueva película de Ari Aster. Además, continúa siendo “el novio” de Internet: los chilenos y sus fanáticos alrededor del mundo valoran su trabajo y siguen cada paso en esta nueva etapa en su vida.
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