La policía de California capturó a cuatro delincuentes especializados en el hurto y posterior venta en el mercado negro de los famosos bloques de construcción, cuya escasez y valor para coleccionistas los ha convertido en presa codiciada por nuevos ladrones.
Una bodega llena de figuras de Lego podría ser el sueño de cualquier niño o coleccionista con alma ñoña, pero para un grupo de cuatro californianos atrapados por la policía, se trataba de una oportunidad única para generar ingresos ilegales.
Así informó la Patrulla de Caminos de California, quienes anunciaron a través de sus redes sociales uno de los mayores decomisos de Legos robados de los que se tenga registro. La banda se especializaba en sustraer los sets desde tiendas y bodegas del retail para luego venderlos a través del comercio informal por precios bastante elevados.
El mecanismo utilizado era el del “fencing”, en el cual dos miembros de la banda se encargaban de robar los juguetes y luego el resto se los compraban como parte de un negocio aparentemente autorizado y así no levantar sospechas.
La popularidad de los Lego ha crecido mucho en los últimos años, impulsados por la pandemia pero también por la aparición de sets licenciados y cada vez más complejos, que aparecen en ediciones limitadas y por los cuales los coleccionistas están dispuestos a pagar muchísimo más que el precio de mercado solo para completar su repisa.
En total, fueron incautados 300 mil dólares en sets de Lego, los que incluían armables de El Señor de los Anillos, Star Wars, y automóviles famosos como el Porsche 911. Los ladrones utilizaban sitios que aparentaban ser legítimos en internet para realizar sus ventas tanto a usuarios como también a otras tiendas, obviamente sin mencionar el origen de estos productos.
El grupo, cuyas edades rondan entre 35 y 47 años, ahora enfrenta cargos por robo organizado a tiendas, gran robo y conspiración.