El escritor británico y autor de libros, Oliver Burkeman, plantea una serie de pasos sencillos para aprovechar el tiempo de la mejor manera.
Seguramente ahora mismo tienes una extensa lista de tareas que cumplir, las cuales pueden abarcar desde ámbitos como el trabajo hasta el cuidado del hogar.
Sin embargo, aunque hacer un listado puede ser útil, no solo basta con definir qué se hará para ser más productivo a lo largo de la rutina.
También, es necesario recurrir a técnicas de organización para evaluar cómo se distribuirán las actividades de manera más eficiente.
En este sentido, el escritor británico Oliver Burkeman y autor de libros como Cuatro mil semanas: gestión del tiempo para mortales (Planeta, 2022) plantea un sistema que conocido como “el método 3-3-3″.
Cómo es de suponer, este cuenta con un total de tres etapas con una duración de tres horas cada una. Aquello permite que sea más fácil de recordar.
De qué se trata el “método 3-3-3″ para ser más productivo
El primer paso consiste en dedicar las primeras tres horas de la jornada a las actividades que requieren un mayor nivel de concentración.
Esto, debido a que en ese momento tu cerebro está más descansado y puede reaccionar con mayor efectividad.
Para esta etapa es clave evitar las distracciones y aprovechar el tiempo lo más que se pueda.
Luego, cuando hayas pasado esas tres horas iniciales, con el segundo paso se deben dedicar las tres siguientes a las actividades que habitualmente consumen más tiempo en tu jornada, pero que no implican una concentración tan intensa.
De esta manera, podrás completarlas con la seguridad de que ya hiciste lo más complejo.
Asimismo, según rescató Xataka, puede producir una sensación de satisfacción, debido a que se tachan los quehaceres que pueden parecer más engorrosos, tales como tener una reunión.
Una vez que ya hayas pasado por los dos primeros bloques, puedes seguir con el último, conocido como de “mantenimiento”.
Para esta fase final, cuando tu cerebro ya está cansado, Burkeman recomienda hacer las tareas más sencillas, tales como responder correos electrónicos, planificar lo que harás al día siguiente o revisar lo que hiciste antes para asegurarte de que esté todo en orden.
En otras palabras, el “método 3-3-3″ va desde las actividades que requieren mayor intensidad y concentración hacia las que necesitan menos.