Los bañistas tienen prohibidas las conductas de carácter sexual, así como fotografiar a alguien sin autorización.
El año 2000 un grupo de veraneantes dio vida a la llamada Playa Luna, un lugar en la costa de la comuna de Puchuncaví que, a orilla de mar enmarcado por grandes acantilados, las personas pueden tomar sol y bañarse en el mar sin ropa.
Así, el 30 de enero cumple un nuevo año más de vida la primera playa nudista en Chile que tuvo un debut polémico y hasta con un proceso judicial encima, pero con un final exitoso y vigente hasta hoy.
AgenciaUNO conversó con René Rojas, el fundador de la playa, quien asegura que “el lugar se ha transformado en un rincón de descanso y libertad” para muchos adultos solitarios, pero también para parejas que buscan “otro tipo de conexión con la naturaleza, y en especial con el mar”.
Rojas apunta que “no hay nadie que se haya sacado la ropa y entrado al mar, que diga que no le gusta. La sensación es 100% recomendable, es una experiencia inolvidable” y por eso es que “Playa Luna sigue vigente porque se ganó el espacio y el respeto”.
René Rojas recuerda que en sus viajes sabía de estos lugares, pero que tras una travesía en Brasil valoró los conceptos tras la idea de nudismo público.
Volvió al país en 1998 y buscó implementar su idea, aunque tuvo opositores y denuncias ante los tribunales de justicia.
Fue entonces, que antes de entrar en el nuevo milenio, un juez de la República señaló que tener una playa para adultos no es delito ni es una infracción, mientras se cumplan el resto de las leyes vigentes.
Reglas son reglas
Así, ese juez determinó que el funcionamiento de Playa Luna no era ilegal, aunque sólo el paso de los años dejó que la presencia de estos bañistas por años generara más controversias.
Sin embargo, no todo es absoluta libertad, porque en este lugar hay desde su fundación reglas claras y especiales que se recuerdan en un letrero en el acceso.
Todos y todas las bañistas tienen prohibidas las conductas de carácter sexual o eróticas, así como fotografiar a alguien sin autorización.
René Rojas agrega que “la idea es no incomodar a nadie, por lo que, al momento de caminar, debe hacerse por la orilla de la playa y no en medio de las personas”.
Playa Luna en septiembre del año pasado volvió a la noticia porque un cachalote varó para morir en su orilla.
Lo escarpado del acceso impidió que se pudiera bajar una máquina para sacar al espécimen, así es que se optó por la solución de trozar el cuerpo con una motosierra, esto con el fin de preservar sus restos -huesos-, para posteriormente exhibirlos en el museo de la comuna.
Según se detalló, las labores para embalsamar al animal quedaron bajo la supervisión de un biólogo marino y un veterinario, quienes buscaron que el esqueleto quede lo mejor preservado posible.
Desde el avistamiento del animal es que hubo ese mes el cierre del sector en torno al cetáceo, pero ahora en la época estival ya quedó como otro recuerdo más de esta zona lejana y cercana a la vez para los turistas.
Cómo llegar
Para acceder a Playa Luna hay que llegar hasta el kilómetro 50 de la Ruta F-30-E, la ruta costera que une Papudo por el norte con Concón por la costa sur. El balneario está entre Maitencillo y Horcón para los que buscan acceder en locomoción colectiva.
Temas Relacionados
