Hace tiempo que la aplicación para comunidad LGBT+ se transformó en un espacio para la compra y venta de estupefacientes. Pese a que han existido detenciones ligadas al uso de la plataforma, sigue siendo un problema sin solución para las autoridades. Estudios indican que el 70 por ciento de los usuarios en el país la utilizan con el fin de conseguir sustancias, siendo la app de citas más descargada en el país. En el extranjero también hace ruido la situación.
Las aplicaciones de citas llevan un buen tiempo consolidadas en la web. La más descargada en el mundo occidental es Tinder, liderando los rankings hace varios años. El nombre también se repite en la mayoría de los países de Sudamérica. Sin embargo, en Chile la cosa cambia. De acuerdo a un estudio realizado por la aplicación de análisis de datos Data.ai, en el país, la app más utilizada es Grindr. En el listado le siguen Tinder, Badoo, Influxy y Kismio.
La plataforma, que nació hace más una década, estaba destinada a organizar citas anónimas para la comunidad LGBT+. Con el paso de los años se transformó en una de las preferidas de los usuarios. Pero a medida que fue creciendo, su rol fue mutando. Hace más de un lustro que se transformó en una creciente red de tráfico de droga. Ya en 2019 era un dolor de cabeza para las autoridades.
Más allá del paso del tiempo, hasta ahora, la venta de estupefacientes en internet sigue siendo algo que no se ha podido controlar. De acuerdo a un estudio realizado por Tooldata en 2024, el 70 por ciento de los usuarios reportan que esta red se utiliza para comprar drogas y no para conseguir citas. Un número que de por sí es alto y que sorprende más si se considera que hace muchísimo tiempo se está al tanto de este ‘Lado B’ (que ahora se ha convertido en el ‘Lado A’) de Grindr.
En crecimiento pese a los trabajos
El ruido que ha generado el alza de la distribución de droga por este método llegó al Congreso. A mediados de 2023, la diputada Ximena Ossandón publicó en su cuenta TikTok un video de cómo simulaba estar comprando sustancias a través de Grindr, para demostrar la sencillez en que se lleva a cabo la operación. En el video se puede ver como a la legisladora le ofrecen “¿Keta o tussi? Tengo keta pura”, a lo que ella responde que Tussi.
El contenido finaliza con la legisladora señalando: “así de fácil es comprar droga desde tu teléfono a la puerta de tu casa” y con un posterior llamado al subsecretario Manuel Monsalve buscando apurar eventuales medidas para combatir el tráfico en línea. El video, como era de esperar, llamó la atención de medios internacionales.
La primera intención de bloquear Grindr vino por parte de un grupo de parlamentarios que enviaron un oficio a la Subsecretaría de Telecomunicaciones. Sin embargo, la aplicación se mantiene vigente en las plataformas de descargas, debido a que la ley no permite la clausura de estas. Aun así, en Chile han existido casos de detenciones por transacción de drogas luego de que carabineros se crearan cuentas en la app para poder dar con vendedores y compradores.
En la PDI han señalado que desde 2016 están trabajando en torno al comercio de drogas en Grindr. En el 2015, la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana mostró una disminución en el tráfico que se daba en los barrios. La cifra encendió las alarmas inmediatamente en la Unidad de Drogas del Ministerio Público, ya que el tráfico en realidad estaba lejos de ir a la baja, pese a que la transacción ya no se llevaba a cabo de la forma que tradicionalmente se le asociaba a las drogas, demostrando que la problemática está cerca de cumplir una década.
Casos internacionales
El uso de Grindr para la compra de drogas no es solo un problema local. En el informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, entregado en marzo de 2024, se expuso que internet es el mayor problema en la lucha contra el tráfico. “El mayor riesgo de muertes por sobredosis debido a la presencia online de fentanilo y otros opioides sintéticos son algunos de los desafíos clave para el control de drogas en la era de Internet”, establecen.
“Podemos ver que el tráfico de drogas no se lleva a cabo sólo en la web oscura. Los delincuentes también están explotando las plataformas legítimas de comercio electrónico”, especificó Jallal Toufiq, el presidente de la JIFE.
Por otra parte, en otros países se ha buscado frenar el crecimiento del tráfico en línea con campañas que exponen la situación y en algunos casos ha dado resultado. Por ejemplo, en Estados Unidos, la policía del condado de Polk en Florida denominó ‘Swipe Left Meth’ a una de sus operaciones, lo que se traduce como ‘Desliza a la izquierda para meta’, haciendo referencia a cómo se usan las aplicaciones de citas con el fin de conseguir drogas. En esa oportunidad hubo 60 presuntos distribuidores detenidos.
La historia de Guerrero
También han existido casos donde se acusa un aprovechamiento por parte de las autoridades en el uso de Grindr. Por ejemplo, el caso de Manuel Guerrero ha conmocionado al mundo. El mexicano fue arrestado en Qatar y lo retuvieron en el país por seis meses. Las autoridades locales lo acusaron por delitos de droga, pero el individuo asegura que la razón detrás de su arresto fue por ser homosexual en un país extremadamente conservador.
El hombre vivió siete años en Qatar. En una oportunidad descargó Grindr y luego de conectar con otro usuario, decidieron juntarse físicamente. Estipularon una fecha y Guerrero lo invitó a su departamento. Sin embargo, cuando llegó la fecha pactada, llegó al lobby del edificio y se encontró con un equipo policial que lo arrestó y allanó su casa. El caso se hizo conocido internacionalmente, por lo que diversas organizaciones de Derechos Humanos instaron a las autoridades de Qatar a liberar a Guerrero. En el país árabe se defendían con que el arresto del mexicano estaba ligado a drogas.
En la audiencia, el mexicano fue declarado culpable por posesión ilegal de sustancias. En su tiempo de condena, que fueron seis meses, Guerrero continuó insistiendo en su inocencia. Asegura que la policía puso las drogas en su vivienda para tener una excusa para poder efectuar el procedimiento y luego el juicio.