Por qué la pizza es tan deliciosa, según la ciencia

Por qué la pizza es tan deliciosa, según la ciencia. Foto referencial.

Uno de los factores que influye en su sabor es el glutamato monosódico, compuesto que está presente en el queso, el pepperoni y las salchichas.

Si hay un plato que es capaz de conquistar a la mayoría de las personas, incluso las que tienen gustos culinarios más complicados, ese título se lo lleva la pizza.

La preparación oriunda de Italia destaca por ser una opción conveniente cuando queremos celebrar un momento especial con los amigos y la familia, o simplemente para esos días en que no queremos cocinar algo tan elaborado.

Si bien los ingredientes esenciales son la masa, el queso y la salsa de tomate, en los últimos años han ido surgiendo nuevas variantes para todos los gustos posibles, por lo que la versatilidad es otro de sus puntos a favor.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué la pizza es tan irresistible para la mayoría de la gente?

Las razones por la que la pizza es tan deliciosa

Jeffrey Miller, exchef y profesor asociado de ciencias de los alimentos y nutrición humana en la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos), explicó en un artículo de The Conversation en 2019 que uno de los factores que explica el por qué la pizza sabe bien es el glutamato monosódico.

Se trata de un compuesto que está presente en varios de sus ingredientes básicos como el queso, el tomate, el pepperoni y las salchichas. Su función es estimular las papilas gustativas y ejerce la función de neurotransmisor, por lo que cada vez que tiene contacto con la lengua, manda señales al cerebro de desear más y más bocados.

La pizza es una alternativa ideal para compartir con amigos.

Otra de las razones que explica que la pizza sea irresistible es su combinación especial de ingredientes. De acuerdo a Miller, si los elementos de un plato tienen en común compuestos aromáticos, es más probable que tenga mejor sabor, que es lo que ocurre con el queso y el tomate de la pizza.

Lo llamativo es que eso no es lo único que influye en el sabor de esta preparación tan popular. Según describe un artículo de BBC Focus, la temperatura que tiene la pizza cuando se come modifica la percepción del gusto. Cuando está entre 15 y 35º C se podría sentir más dulce y amarga, mientras que cuando está más fría tras haber estado en el refrigerador, su sabor se percibirá más salado y delicioso.

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