La secuela de la consola híbrida de Nintendo que saldrá a la venta en el próximo mes de junio, se pone al día con la tecnología que le permitirá recibir una mayor cantidad de títulos, pero carece de un factor que innove más allá de sus juegos.
Con la Switch 2, Nintendo se puso al día. La finalmente estrenada nueva consola de la compañía japonesa es la respuesta a un eterno checklist de cosas que podían mejorarse del modelo anterior y que no se hicieron durante los últimos 8 años.
Y es quizás esa distancia de tiempo entre un producto y el otro la que a muchos generó un montón de expectativas sobre lo que podía ser el potencial de la casa que alojará los próximos juegos de Nintendo. Su nombre ya nos daba una pista tremenda: Switch 2 sería una secuela, de forma similar a la que hoy un teléfono es seguido por otro con una cifra un dígito superior.
Pudimos formar parte del primer grupo de especialistas en el rubro que pudo probar la consola en una Experiencia de Nintendo Switch, la cual no solo contaba con decenas de juegos, sino que por supuesto, con las versiones ya prácticamente finales de la consola, sus accesorios y gran parte de lo que será su experiencia.

Y la sensación que queda en las manos al manipularla durante mucho tiempo, es la de actualización más que la de revolución, como lo fue la Switch hace un tiempo. La consola en su modo portátil se siente efectivamente algo más grande que la anterior, pero como es igual de delgada, sigue siendo igual de cómoda.
Cosas que sí me gustan mucho del nuevo modelo: Su pantalla de 7,9 pulgadas no solo es más grande, sino que la tecnología que trae hace que todo se vea increíble, superando incluso a la experiencia que hoy tiene la Switch OLED, aun cuando esta nueva pantalla es LCD. Esto, debido a que la nueva pantalla incorpora tanto una tasa de refresco de 120 Hz como también compatibilidad con contenido HDR. Es LCD pero no el mismo LCD de hace 8 años, sino el que ha avanzado lo suficiente como para ofrecer gran performance de acuerdo al nuevo contenido que se viene.
El nuevo tamaño de la consola también implicó que los controles también crecieran un poco: se nota en el tacto, con botones que no son tan pequeños y con los nuevos sticks, que ahora son más altos y se mueven de manera mucho más suave. Me asusta, eso sí, que se trate de sticks demasiado similares a los originales, por lo que el fantasma del drift me vuelve a sonar como una posibilidad. Cruzo los dedos para que no sea así.
El sistema magnético para sujetar los Joy-Con también es un acierto. El sistema de rieles era muy seguro pero no permitía cometer errores y con el tiempo muchas veces se iba gastando. Remover y colocar los Joy-Con en la consola sigue siendo una tarea muy satisfactoria, que ahora puede lograrse tan solo presionando un botón. Exquisito.

Y su diseño nuevo, ahora mucho más oscuro y elegante, eligiendo solo ciertos acentos como formas de identificar de qué color son, está sorpresivamente adulto para una compañía que no teme a utilizar toda la paleta de colores.
El nuevo control Pro de la Switch vuelve nuevamente a ser muy similar, agregando solo un puerto para audífonos y dos botones en la parte trasera, pero el resto prácticamente intacto, salvo los sticks que, nuevamente y al igual que en los Joy-Con, se sienten mucho más suaves y con un rango de movimiento más amplio. Ahora si se siente como un control mucho más premium, aunque de nuevo, es la sensación salido de la caja, por lo que habrá que esperar si esta suavidad de control se mantiene con el tiempo.
Todo parece ser más bien un checklist de cosas por mejorar, un acercamiento mucho más conservador, que de cierta manera también puede ser lo que la gente necesita.
Por ejemplo, el famoso botón C, con el cual se puede iniciar un chat de video y voz con tus amigos en una plataforma muy inspirada en Discord, no estaba para probarse. La segunda innovación, el sistema que permite utilizar los controles como mouse, sí estaba para probar.
Y sí, funciona, sí, me sorprendió, y sí, hasta tus pantalones sirven de superficie para usarlo, pero claramente no es la razón por la cual uno compraría una Switch 2.

Porque la mayor fortaleza de Nintendo, sabemos, está en su software y sus juegos, y será ese el campo por el cual la compañía buscará darle un lugar imprescindible a su nuevo proyecto. Son sus títulos como el nuevo Mario Kart World, Donkey Kong Bananza o Metroid Prime 4 los que entusiasman más que el mismo hardware, que hoy más que nunca es solo el vehículo para poder llegar a las últimas exclusivas que van quedando.
La Switch 2 parecería tener que cumplir con correr nuevos juegos sin dar pena, poder ampliar aún más el catálogo de títulos disponibles y renovar el ciclo de compra de nuevos equipos. Y lo hace de la manera más tradicional posible para dejar en claro que los fans de la Switch tendrán más de lo que ya les gusta, y los que no han optado por ella ahora pueden empezar con una portátil a la que se le notan ya sus 8 años en el mercado.