“Pusimos en riesgo nuestras vidas…”: periodista argentino compró cocaína en vivo en búnker narco y se volvió viral

Rubino y la evidencia.

El reconocido reportero, alertado por los vecinos acerca de una casa de narcotraficantes, se decantó por comprobarlo en primera persona.

“Dios mío… yo voy a ver si de verdad se puede comprar droga”, soltó sin previo aviso Fabián Rubino y se arrojó a un no menos peligroso que inesperado propósito en pleno despacho: adquirir cocaína en vivo.

Micrófono en mano mientras del otro lado, en el set de Desayuno americano de TV América, los panelistas no podían creerlo, el reportero de 54 años ingresó por un estrecho pasillo, trepó unas escaleras y se detuvo frente a una puerta magullada. “¿Se puede comprar?”, tanteó de entrada. “¿Hola? ¿Se puede comprar?”, insistió unos segundos después, mientras acercaba su oído y el micrófono a la entrada del lugar. “¡Bueno, gracias!”, cerró y en silencio hizo gestos a su camarógrafo para que guardara las distancias y bajara la luz.

Entonces, Rubino escarbó entre sus bolsillos y preguntó si tenían cambio. Al poco andar, se le escuchó agradecer y lentamente, sin mirar atrás, comenzó su descenso. Ya en la calle, apuró el paso. Le dijo al cámara que se alejaran un poco. La modelo y vedette argentina Pamela David, conductora del espacio, no cabía en su asombro. “Yo no puedo creer lo que acaba de pasar”, reconoció, y le pidió a Rubino permanecer allí, cerca, hasta que llegara la policía. A fin de cuentas, el motivo de su visita ya no era un rumor sino una certeza: en el sector de Balvanera, en Buenos Aires, había un búnker narco.

El reportero enseñó la evidencia. En sus manos, una bolsita con cocaína dentro. Mil quinientos pesos argentinos, dijo que le costó. “¿Sabés lo que me partió el alma?”, pidió la palabra, mientras los panelistas se alborotaban para hablar de un delito in fraganti. “Me mató el chiquito que salió, es un menor de edad”, retomó unos segundos más tarde.

Y explicó, visiblemente nervioso: “Vos entrás y… la verdad es que acá corrimos riesgo todos. El corazón me palpita y no para de latir. Pusimos en riesgo nuestras vidas… Vos entrás y es todo oscuro. Hay un agujerito y ahí haces la transacción”. Luego, desde el mismo set, uno de los panelistas llamó al 911 para hacer la denuncia correspondiente, y desde producción le pidieron a Rubino que se pusiera en un lugar a salvo.

El impacto del periodista argentino

Rubino, que habitualmente cubre casos de inseguridad, narcotráfico o tensión social, fue reconocido en 2019 con el Martín Fierro por su labor como movilero. Pero nunca en su nutrida trayectoria se había enfrentado a un escenario tal:

“La verdad que todavía estoy shockeado y sorprendido como ustedes”, admitió pronto, en conversación con el portal TN.

Luego argumentó: “Me estoy sorprendiendo ahora, porque en ese momento uno va para adelante y quizás no mide las consecuencias”.

Y reflexionó acerca de las probables críticas que caigan sobre su figura en relación a la ética de protagonizar un despacho como ese. Pero “ahí había un delito en flagrancia y había que comprobarlo”, sostuvo.

“Lo que traté de hacer es periodismo puro, quizás un poco más arriesgado de lo que hago siempre. Traté de comprobar si lo que denunciaban los vecinos era cierto. Yo no estaba jugando al policía y al ladrón. Estaba tratando de comprobar si eso era cierto, porque estaba a la vista de todos. No es que yo me metí por un lugar difícil”, completó.

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