El psiquiatra estadounidense Robert Waldinger profundizó en este fenómeno psicológico que puede afectar en el estado de ánimo y las relaciones interpersonales.
A mediados de 2023, los investigadores Adam M. Mastroianni de la Universidad de Columbia y Daniel T. Gilbert de la Universidad de Harvard publicaron una investigación titulada “La ilusión de la decadencia moral”.
En dicho trabajo disponible en la revista Nature, los autores se preguntaron si la percepción de que hay un declive moral se ha mantenido con el paso del tiempo o si es un fenómeno de los tiempos actuales.
Para su estudio, reunieron datos recopilados a lo largo de 70 años, en los que se le consultó a más de 12 millones de personas sobre este punto.
Ahí, corroboraron que efectivamente ha permanecido esa sensación, a pesar de que según ellos, “los humanos modernos se tratan entre sí mucho mejor de lo que lo hicieron sus antepasados”.
Por supuesto, los casos pueden variar dependiendo de cada individuo y del entorno en el que está inmerso.
Sin embargo, para el psiquiatra y experto en felicidad de la Universidad de Harvard, Robert Waldinger, hay ciertos puntos que podrían explicar una desconexión entre lo que se piensa y la realidad.
Uno de ellos es el sesgo de negatividad, afirmó el estadounidense en declaraciones rescatadas por Telva.
Sobre dicho concepto, explicó que “la ciencia ha demostrado que nuestra mente tiene un sesgo hacia lo que está mal”.
“Tenemos más probabilidades de prestar atención y recordar lo negativo”, sintetizó Waldinger.
Por otro lado, el segundo factor que mencionó es la idealización del pasado.
En sus palabras, “los estudios científicos han demostrado que tendemos a blanquear nuestros recuerdos”.
“Eso nos deja con la percepción de que todo está empeorando y que todo estuvo mejor hace tiempo”.
Qué se puede hacer ante el sesgo de negatividad, según el experto de Harvard
Waldinger, quien también es coautor de libros como Una buena vida (Planeta, 2023), explicó al citado medio que es clave considerar que solemos equivocarnos al analizar la realidad y cómo se desenvuelven las relaciones interpersonales.
No obstante, según el especialista, “nuestras conexiones íntimas y nuestra tendencia es natural hacia la bondad y la compasión”.
“Mira a tu alrededor y observa a la gente que hace lo correcto, lo amable, lo decente. Descubre a la gente siendo buena y créetelo”, enfatizó.
Bajo esta línea, agregó que “estamos tan cegados por nuestras propias expectativas y opiniones personales que no dejamos espacio para que penetren esas sutiles realidades”.
Para evitar ser dominado por el llamado sesgo de negatividad, sugirió tratar de tomar conciencia de las experiencias positivas que pueden sorprenderte.
Aquello no se traduce en evitar o ignorar los aspectos que te aquejan o generan incomodidad.
Más bien, hace referencia a valorar ciertos aspectos de la realidad que en otras circunstancias podrías pasar por alto.
Por ejemplo: “En medio de esa reunión familiar que llevas temiendo meses, haz una pausa y date cuenta de que, contra todo pronóstico, la estás pasando bastante bien”.
Además, recomendó hacer el ejercicio de tratar de identificar cuando otras personas realizan gestos amables y con buenas intenciones.
En este sentido, a modo de ejemplo, mencionó las carreteras, donde “los buenos conductores siempre están en un segundo plano y los malos destacan”.
“Lo mismo ocurre en la vida. Así que, de vez en cuando, intenta fijarte en los buenos conductores, en las buenas personas”, sentenció Waldinger.