Aunque algunos usan esta palabra para referirse a situaciones cotidianas, el concepto puede vincularse con un diagnóstico que afecta a la salud mental.
Es altamente probable que en varias ocasiones hayas escuchado que una persona califica a otra como “narcisista”. Generalmente, como una forma de decir que solo piensa en su bienestar o que únicamente habla sobre su vida, sin considerar al resto.
Sin embargo, dicho concepto es mucho más profundo y en ciertos casos puede desembocar en lo que se conoce como un trastorno de la personalidad narcisista.
Este último afecta directamente a la salud mental y puede generar complicaciones en aspectos como las relaciones interpersonales de distintos tipos, además de venir acompañado de síntomas de depresión, ansiedad u otros diagnósticos.
La Clínica Mayo detalla que quienes enfrentan este padecimiento presentan “un aire irrazonable de superioridad”.
“Necesitan y buscan demasiada atención, y quieren que las personas las admiren. Es posible que a las personas con este trastorno les cueste comprender o no les importen los sentimientos de los demás”.
No obstante, desde el citado centro médico precisaron que “detrás de esta máscara de absoluta confianza propia, no están seguras de ellas mismas y reaccionan fácilmente a la más mínima crítica”.
Al igual que con otros diagnósticos, la forma en que se manifiesta este padecimiento puede variar entre cada paciente.
Sin embargo, la terapia y recurrir al apoyo de especialistas es clave para evaluar cada situación y las mejores formas de abordarla.
Pese a que no se sabe con exactitud cuáles son sus causas, puede estar relacionado con experiencias personales, el entorno en el que se está inmerso, la genética y la neurobiología.
A continuación encontrarás una serie de signos asociados al trastorno narcisista de la personalidad, los cuales fueron compartidos por los expertos de la Clínica Mayo.
Los principales síntomas
- Presentar un aire de superioridad irrazonable y necesitar frecuentemente la admiración excesiva de otras personas.
- Sentir que se merecen privilegios que el resto no.
- Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin haber logrado algo en específico.
- Hacer que sus logros y talentos parezcan más importantes de lo que son.
- Preocuparse por fantasías sobre el éxito, el poder, la brillantez, la belleza o la pareja perfecta, entre otros aspectos.
- Creer que son mejores que los demás y que solo pueden estar con personas tan especiales como ellas.
- Menospreciar a quienes no consideran importantes.
- Esperar que el resto haga lo que quieren.
- Aprovecharse de los demás para lograr sus objetivos.
- Incapacidad o falta de voluntad para reconocer necesidades y sentimientos de otras personas.
- Sentir envidia hacia los demás y creer que son envidiadas.
- Mostrar arrogancia y alardear en exceso.
- Recalcar que sus pertenencias son las mejores.
- Dificultades para reaccionar a lo que perciben como una crítica.