Mientras el país vivía una grave crisis de sequía, un ingeniero eléctrico encontró la solución para hacerle frente. “Cuando les dije que había que cambiar la hora, todos se rieron”, contó.
Hace unos días comenzó el horario de invierno. Los relojes de todo Chile —excepto de la región de Magallanes y de la Antártica Chilena— se atrasaron una hora, por consecuencia, tendremos días con más luz por las mañanas al costo de que anochezca más temprano.
Cada año, el cambio de hora se vuelve más polémico. Y es que hay quienes no están de acuerdo con la medida e incluso apuntan que las personas pueden sufrir distintos síntomas de salud, como la alteración del sueño, a raíz de ella.
Es entonces que los habitantes podrían preguntarse de quién fue la idea de implementar el cambio de hora y qué lo llevó a tomar esta decisión. Se trata de Edinson Román, un ingeniero de Chilectra que enfrentó una grave crisis en los años 60.
Por qué existe el cambio de hora en Chile
El hombre conversó con La Tercera en el año 2014 —cuando tenía 80 años— y le contó que es ingeniero eléctrico y fue quien ideó el horario de verano y el cambio de hora, a raíz de una difícil etapa que vivió el país en los años 60.
Se trata de “uno de los momentos más duros de la historia eléctrica del país: la gran sequía de 1968, la más extensa del siglo pasado”.
En ese tiempo, Eduardo Frei Montalva estaba en La Moneda y, en su intento por buscar soluciones a la crisis, se topó con la idea de Edinson Román. “Además de un ahorro energético, le cambió la vida a los chilenos”, mencionó a LT Carlos Figueroa, quien fue subsecretario de Agricultura de ese tiempo.
“Antes la vida se acababa a las siete de la tarde, ya estaba oscuro y la gente se guardaba. Con el cambio de horario, los chilenos empezaron a salir más, ir a los parques y disfrutar con la familia. Sin duda fue un gran cambio el que le debemos a Román”.
El ingeniero era superintendente de Operaciones de Chilectra cuando comenzaron los problemas con la electricidad en el país. Tuvieron que hacer un racionamiento y los cortes iban se extendían incluso hasta las ocho de la noche.
“Me fui complicado para la casa el viernes, porque el lunes el presidente iba a anunciar los cortes hasta las 20 horas, lo que era muy grave para la ciudadanía por la seguridad. Pensé el fin de semana ¿qué pasa si son las ocho cuando son las siete? Concluí que simplemente había que correr la hora civil y no afectábamos tanto a la población”, contó Román.
Entonces, el lunes llegó a la reunión del comité de sequía con su idea: “Cuando les dije que había que cambiar la hora, todos se rieron. Pero se dieron cuenta de que hablaba en serio cuando les mostré mis cálculos”.
Fue así cómo el 2 de noviembre de 1968 se cambió por primera vez la hora en Chile, para hacer frente a la sequía.
Y ahora, pese a que ya no existe una crisis como la de ese entonces, el cambio de hora perdura. Román aseguró que el principal beneficio fue mejorar la calidad de vida de los chilenos de fines de los 70 hasta hoy.
“Con esta medida se ahorra entre un 1% y 2%, que puede ser poco, pero si la demanda del Sistema Interconectado Central es de 6.000 MW, el ahorro es de 90 MW en promedio, lo que equivale al costo de una central operando todo un año”
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