Quién es Moisés Bastardo, el sicario venezolano que realizó una cacería humana en Biobío

Su nombre ya es bien conocido en toda la región del Biobío. Y es que Moisés Bastardo Bastardo fue identificado como un peligroso delincuente y sicario venezolano que destapó una oscura realidad en Los Ángeles.

La tasa de homicidios del lugar se disparó desde la pandemia y las autoridades buscaban a los culpables de esta ola de crímenes. Fue así cómo llegaron a la conclusión de que existen bandas narcotraficantes chilenas que están contratando a sicarios extranjeros para hacer “el trabajo sucio”.

Y es que las pandillas suelen pelearse las zonas para vender pasta base y cocaína, por lo que se atacan unos a otros, utilizando a venezolanos dispuestos a matar por dinero.

Así fue cómo apareció por primera vez el nombre de Moisés Bastardo, quien —según consignó La Tercera— ganaba $2 millones de pesos por eliminar a un delincuente de “rango bajo” y hasta $8 millones por un integrante importante.

Esto es lo que se sabe del peligroso delincuente y la peligrosa red detrás de sus crímenes.

Quién es Moisés Bastardo y cómo es la red de delincuencia y sicariato en BioBío

El fiscal jefe de SACFI de la Fiscalía del Biobío, Michelangelo Bianchi, aseguró a LT que es probable que estas bandas narcotraficantes con sus respectivos sicarios hayan elegido Los Ángeles como su centro de operaciones bajo “la lógica del Tren de Aragua”.

“Las policías tienen menos presencia, menos recursos, menos inteligencia. Eso deriva en una mayor posibilidad de tener impunidad”.

Pero en una operación que investigaba las drogas de una de las mafias, Moisés Bastardo cayó detenido como efecto colateral. “No tengo jefe ni patrón”, dijo en el momento que lo arrestaron. Pese a que lo negó, la justicia determinó que el hombre era subordinado de Luis Abraham Corvalán Noboa, el líder de Los Corbata, una peligrosa banda narco del lugar.

Bastardo distribuía y vendía la droga de la banda, cobraba dinero del tráfico y los protegía. Le decían “el perro” de Corvalán.

Pero pese a estar en prisión, Bastardo no paró de delinquir. En abril de 2023, hizo una llamada desde la cárcel de Concepción y le entregó indicaciones a tres colegas venezolanos para ir a la discoteca Knockout, donde estaba uno de los “enemigos” de Los Corbata. La orden era clara: debían asesinarlo.

Los tres llegaron al lugar, reconocieron al hombre y le dispararon. Pero se habían equivocado: no era él, sino un joven inocente de 17 años a quien asesinaron a sangre fría.

Bastardo tiene encima al menos dos asesinatos, pero se cree que pueden ser más. Un tercero fue casi un homicidio, le disparó a una víctima a la cabeza y sobrevivió, pero terminó con secuelas de por vida.

Su personalidad agresiva incluso provocó disturbios cuando se encontraba en prisión preventiva. Según consignó Biobío Chile, cinco meses después de su detención, en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP), fabricó de forma casera armas cortopunzantes con las que casi ataca a otro recluso.

Contra todo pronóstico, el asesino salió en libertad en 2021 por “falta de testigos”. Una vez fuera, aprovechó el tiempo para continuar su cacería humana. En julio de ese año, asesinó con seis balazos a Facundo Riquelme, amigo de César Aquiles Dinamarca Acuña, alías Betino, a quien envió a asesinar en la discoteque pero falló.

Esta vez, el Ministerio Público decidió encerrarlo por más tiempo. Fue condenado a cinco años de presidio, pero poco le importó al delincuente, pues en el interior se hizo más fuerte e, incluso, Biobío Chile aseguró que se erigió por sobre el líder de Los Corbata. Dejó de ser “el perro”.

Las autoridades creen que las bandas chilenas están perdiendo autoridad y subordinándose a los venezolanos que en algún momento los ayudaron.

Ahora, tras haber asesinado al joven de 17 años, la Fiscalía pidió dos presidios perpetuos contra Moisés Bastardo. Su audiencia se efectuará el 17 de abril. En ella, se pondrán todas las cartas sobre la mesa para determinar qué consecuencias tendrán sus acusaciones, al menos las que encontraron las autoridades.

Con el historial y antecedentes del venezolano, podrían haber muchas más, pero ocultas.