Review | El Infinix GT 20 Pro es un teléfono para regalonear al gamer

La nueva apuesta de gama media de la compañía viene con toda la estética y funciones pensadas para el público gamer, ayudada por una serie de accesorios para poder jugar la creciente librería de títulos pensados para teléfonos Android.

El Infinix GT 20 Pro es un smartphone que entiende muy bien a su nicho. Es un teléfono que sabe que es para jugar y por lo mismo se toma licencias que otros equipos no tomarían. Su diseño futurista incluye hasta luces RGB en su parte trasera y sus cámaras dejan bastante que desear, sobre todo al no incluir un lente gran angular cuando a estas alturas ya pareciera ser la base de lo que ofrece un teléfono inteligente.

Pero a cambio de esto, se trata de un teléfono que, dentro de la gama media a la que pertenece, es bastante correcto en su funcionamiento, sobre todo cuando queremos usarlo para desconectarnos de la realidad y entretenernos con la eterna oferta de juegos disponibles para Android. Pero también es una experiencia que muestra lo poco homogéneo que es el estado del gaming en la plataforma móvil de Google.

Partamos reconociendo que es lo que hace al Infinix GT 20 Pro un gran teléfono para consumir contenido audiovisual y en particular, videojuegos. Lo primero es su pantalla, un panel AMOLED con una tasa de refresco de 144 Hz, brillo de 1300 nits y una resolución de 2436 x 1080 pixeles, la cual tiene tres cosas que considero fundamentales para jugar bien: es muy rápida, es nítida y tiene un brillo aceptable. Quizás no da como para verse muy bien bajo un día soleado, pero bueno, convengamos que los gamers tampoco somos de salir mucho a la calle.

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En comparación con otros paneles, sus colores son más fríos y llega a una resolución máxima de Full HD, lo cual no es para nada terrible, considerando que con pantallas de ese tamaño -6,8 pulgadas- colocar más densidad de pixeles no resulta tan útil y además, sirve para ahorrar batería. Pero, por otro lado, el lector de huellas óptico que trae la pantalla es bastante poco preciso, es el típico lector que nunca funciona a la primera, y a veces te obliga a usar el patrón preestablecido, pero entiendo que es uno de los cortes que se hizo en pos de tener mejores componentes para el juego.

Componentes como la ya mencionada batería, de 5000 mAh, la cual hace que el equipo funcione prácticamente durante todo el día sin necesitar carga, y dependiendo del juego, al menos a mí me duró unas 10 horas de uso exclusivo en juegos, con descansos entre medio. Los juegos probados incluían desde títulos con pocos recursos visuales como Marvel Snap, hasta otros más exigentes como Free Fire, Honkai Star Rail, Fortnite y hasta el Zenless Zone Zero. Por supuesto, hubo que probar lo último.

Y parte de esto se ve logrado por la mezcla entre su procesador, el Mediatek Dimensity 8200 Ultimate y la GPU Mali-G610 MC6. Ambos han sido mejorados para funcionar con este equipo con buena potencia, sin grandes interrupciones y con un rendimiento gráfico que rinde, al menos, en seteos medios y bajos por sobre los 60 cuadros por segundo.

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El rendimiento en estos casos fue bueno, pero demuestra lo poco optimizados que son los juegos lanzados para Android aun cuando operan sobre el mismo hardware. Por ejemplo, Zenless Zone Zero no solo se veía bien, a pesar de estar configurado en Medio, sino que incluso llegaba a los 60 cuadros por segundo si es que forzaba a la máquina, de lo contrario, por defecto está a 30. Lo mismo con Honkai Star Rail. Otros juegos ya preinstalados como Free Fire o PUBG a veces superaban los 60 cuadros por segundo en configuraciones bajas, pero Fortnite en particular, para correr a 60 debía estar en baja, y era mucho más poco definido que otros, quizás fue el único que probé que no quise seguir jugando en móvil y preferí las versiones hogareñas.

Lo que quiero decir con esto es que el rendimiento de los juegos en una plataforma tan fragmentada como lo es Android es muy variable y el Infinix GT 20 Pro funcionó bastante bien en la mayoría de lo que probé, siempre y cuando estés dispuesto a no jugar todo en alto, lo que, a decir verdad, en un juego móvil, tampoco es tan importante.

Otra cosa que me di cuenta y que es muy importante a la hora de jugar con un teléfono es su temperatura. En mi experiencia jugando con teléfonos como el iPhone o varios de la serie Galaxy Ultra, muchos llegan a temperaturas muy altas, muchas veces molestas al jugar durante varios minutos los títulos más exigentes. Algo que se soluciona con una carcasa la mayoría de las veces, o bien, con procesadores que sean más eficientes (el paso de Exynos a Snapdragon en la serie Galaxy, por ejemplo, mejoró bastante los problemas de sobrecalentamiento de los equipos).

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Pero el Infinix GT 20 Pro no tiene ese problema. Es cierto que la temperatura se eleva, pero nunca pasó a sentirse más que una tibieza que nunca molesta. Y si llegara a hacerlo, la carcasa que viene incluida es perfecta para, además, darle un poco más de agarre a un celular cuyo diseño es a veces, bastante resbaladizo.

A todo esto, hay que sumarle los accesorios que, al menos la primera edición del equipo tiene, como gatillos personalizables para contar con botones físicos, ideal para jugar shooters, y un excéntrico ventilador que, la verdad, no se que tanto habrá servido para mejorar el rendimiento del equipo ya que lo encontré muy grande y complejo de sostener. Los gatillos también son útiles, aunque como son clips, entorpecen un poco la visión del jugador y tampoco terminaron siendo de mi agrado. Claramente, de usar un joystick o algo parecido, son mejores los que se compran aparte y se conectan por el puerto USB-C.

Y todo esto coronado con todo lo que la estética gamer manda: un diseño futurista con un anillo RGB, fondos de pantalla oscuros e íconos personalizados. Y sí, debo decir que hasta a mi me parece demasiado el exceso de estética gamer futurista, sobre todo porque no entiendo quien decidió que íconos cromados y fondos espaciales son sinónimos de ser gamer, pero para bien y para mal, es un teléfono que intenta mostrarse tal como es.

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Ahora bien, si el teléfono hace varias cosas bien, sobre todo para jugar, también hay que reconocer que erra en varios otros departamentos. La cámara, por ejemplo, no tiene nada especial. Sus fotografías son planas con harta luz y con poca luz llenas de ruido. Además, optaron por incluir tres lentes, de los cuales solo uno es funcional: el principal de 108 MP. Está acompañado de un macro y un sensor de profundidad de 2 MP cada uno, que simplemente no generan ningún tipo de contenido vibrante.

Además, la cámara comete un pecado mortal: a pesar de tener tres lentes, el módulo donde están es muy grande, lo cual hace que tomar el celular se sienta incómodo, ya que no es una superficie homogénea. Y eso, para jugar, es bastante molesto.

Por suerte, la carcasa incluida resuelve este problema, por lo que no solo la recomiendo para que no se resbale ni sientas el calor, sino que también para que tomarlo sea más cómodo.

Otras cosas que no salieron bien: como ya les dije, el lector de huellas es bastante frustrante y el software para entrar al modo de juegos no está tan bien configurado, ya que muestra con arte bonito solo los títulos que vienen predeterminados, pero al agregar los que me gustaban a mí, solo aparece un ícono pequeño, como si se tratara de algo sin soporte.

Y todo lo que se refiere a configuración también es un poco confuso. Por ejemplo, para configurar el panel RGB en la parte trasera, no puedes buscar por RGB, sino que tienes que activar el “modo fiesta”. Pequeñas inconsistencias que hablan de que la experiencia tampoco fue tan bien pensada como uno imaginaría.

Pero al final de cuentas, si lo que se busca es un equipo pensado para jugar y solo eso, a un precio accesible y con varios accesorios, el Infinix GT 20 Pro es una gran opción para considerar, a pesar de sacrificar varios aspectos solo para complacer al público gamer.

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