El ex idol apareció en China, provocando indignación y desatando la furia en redes sociales.
El 18 de marzo, Seungri, el ex integrante de BIGBANG, fue visto en un exclusivo club nocturno en Hangzhou, China, acompañado por una impresionante escolta de 10 guardaespaldas.
Esta aparición en público, desató rápidamente una ola de indignación en redes sociales chinas, debido a su pasado criminal vinculado al escándalo de Burning Sun.
Su participación en el escándalo lo llevó a ser condenado por nueve delitos graves, los que incluyen: prostitución, mediación de prostitución, violación de la Ley de Castigo de Delitos Sexuales, juego habitual, violación de la Ley de Transacciones de Divisas, violación de la Ley de Higiene Alimentaria, malversación de fondos empresariales, violación de la Ley de Castigo Agravado de Delitos Económicos Específicos e instigación de agresión especial.
Los medios chinos lo criticaron duramente, acusándolo de ser “una provocación abierta a los estándares morales de China” y cuestionando la moralidad de los fans que continúan apoyándolo.
Cabe señalar que el club visitado por Seungri tiene una exigencia mínima de consumo de 8.000 yuanes (aproximadamente $1.014.184)

Las imágenes de su visita al club fueron viralizadas rápidamente y muchos usuarios expresaron su indignación, sugiriendo que China no debería permitir la entrada de un criminal extranjero y cuestionando la “audacia” de Seungri al presentarse en público con tal seguridad.
“¿Cómo puede alguien que ni siquiera puede mostrar su cara en Corea venir a China?”, “¿Por qué China permite la entrada de un criminal extranjero?”, “Deberíamos prohibir que los criminales convictos pisen nuestro país”, “¿Incluso trajo guardaespaldas? ¡Qué audacia!”, fueron algunos de los comentarios.
Este no ha sido el primer escándalo del ex idol, ya que a fines del año pasado fue visto viajando con varias mujeres en Hong Kong.

El regreso de Seungri a la vida pública, buscando reconstruir su imagen y situación financiera, ha generado un creciente rechazo entre el público, ya que en 2019 fue señalado como el principal responsable del escándalo Burning Sun, lo que resultó en su retiro de la industria del entretenimiento.
Con su condena en 2020, Seungri cumplió una pena de un año y seis meses de prisión y fue liberado en febrero de 2023. Desde entonces, ha sido visto en varios clubes nocturnos del sudeste asiático, incluido Camboya y Malasia, y ahora, con su reciente aparición en China, sigue siendo foco de una polémica que no parece tener fin.