El Museo Británico de la Vagina y la revista Cosmopolitan en su versión española, hicieron un profundo análisis de una de las escenas más fogosas de la popular producción de la plataforma de streaming.
Apenas comienza la serie Reina Charlotte -la precuela de Bridgerton- se le advierte al espectador que no está basada 100% en hechos reales, sin embargo, la revista Cosmopolitan quiso ahondar en la historia para comprobar la veracidad de una de las candentes más escenas.
Se trata del cuadro en que el rey George le practica sexo oral a la reina Charlotte, y quienes por cierto, vivían su sexualidad a full y un romance con una química de ensueño, según la producción de Netflix.
La revista afirma que la escena en cuestión fue una de las más comentadas, pero ¿por qué? Y es que muchos cuestionaron si en pleno siglo XVIII habían experimentado el cunnilingus.
Fue el Museo Británico de la Vagina quienes salieron a dar declaraciones al respecto, sobre la pareja de reyes que tuvo 15 hijos en la vida real, tal como muestra la serie.
“Sentimos decir que no hay evidencias históricas concluyentes que confirmen ni nieguen que el rey George practicara sexo oral, por lo que hemos tenido que investigar las circunstancias”, expresaron a través de un comunicado.
Sexo por diversión
En esta misma línea, agregaron: “Lo que tenemos que preguntarnos es si a un hombre del siglo XVIII se le ocurriría practicarlo, y la respuesta corta es: ¡sí! Los georgianos lo sabían todo sobre el ‘cunnilingus’. No es algo que haya sido inventado recientemente”.
Por otro lado, también ha salido a la luz que el rey no tuvo ninguna amante (algo complicado en la época), sino que además, la pareja se besaba constantemente en público, por lo que sus encuentros sexuales no solo tenían fines reproductivos.
“Como podemos ver, el ‘cunnilingus’ formaba parte del ideario de la época y no estaba prohibido en matrimonios heterosexuales ni por la ley, ni por la religión. Tampoco era una práctica considerada una perversión patológica. La gente del pasado era, sencillamente, gente, que por cierto también practicaba sexo y a quienes les gustaba el sexo oral. Por lo tanto, aunque no podemos decir de forma certera que el rey George lo practicara, nada sugiere que no lo hiciera”, concluye el museo.
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