El procedimiento innovador utilizó el propio tejido de una mujer de 20 años para construirle una nueva estructura cartilaginosa.
La tecnología de la impresión en 3D está dando píe a usos cada vez más increíbles, incluyendo avances médicos que permiten restaurar partes del cuerpo de las personas. Tomen el caso del trabajo realizado por médicos especialistas y la empresa 3DBio Thetapeutics, quienes lograron implantar una oreja fabricada artificialmente en una paciente que sufría de una deformidad congénita llamada microtia.
El padecimiento en cuestión implica un desarrollo fallido del oído externo, en muchos casos no afectando la parte interna, por lo que se trata de una afección que es ideal para este tipo de procedimientos médicos innovadores.
En el caso puntual de esta operación, una mujer de 20 años que nació con una oreja derecha deforme recibió un implante impreso en 3D que fue hecho a partir de sus propias células de cartílago. “Expertos independientes dijeron que el trasplante, parte del primer ensayo clínico de una aplicación médica exitosa de esta tecnología, fue un avance sorprendente en el campo de la ingeniería de tejidos”, explicaron desde el New York Times.
Un factor importante del avance es que la oreja impresa 3D no es rígida, por lo que es completamente flexible como una oreja natural, por lo que representa una mejor opción en comparación a las alternativas: injertos de cartílago obtenidos desde las costillas o prótesis creadas pcon materiales artificiales.
Al mismo tiempo, 3DBio Therapeutics creó a la oreja derecha utilizando la forma exacta de la oreja izquierda de la mujer, por lo que estéticamente luce de una forma armoniosa y corrige el problema estético que afectó a la mujer durante los 20 años de su vida.
Según la compañía, el trasplante se concretó en marzo pasado y durante el proceso de recuperación se seguirá regenerando el tejido del cartílago para que luzca y se sienta como una oreja natural.
En ese escenario, un detalle importante es que 3DBio Thetapeutics no entregó detalles técnicos del proceso para ser evaluado por expertos externos, ya que aseguraron que tienen preocupaciones de propiedad intelectual de su procedimiento. De todas formas, sostienen que los reguladores gubernamentales revisaron todo el proceso.
Al mismo tiempo, las pruebas clínicas incluyen en total a 11 pacientes y todo está aún en curso, por lo que está por verse si existirán eventuales problemas. Pero los especialistas esperan que los cuerpos no rechacen las orejas ya que estas fueron originadas a partir del propio tejido de los pacientes.
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