Ya son muchas las personas que sacaron sus estufas de las bodegas o que están pensando ir al comercio a comprar una. Esto es todo lo que debes saber de estos artefactos para darles un buen uso y minimizar los peligros.
Los días helados demandan estar en casa con una buena estufa. La llegada del otoño y, próximamente, la del invierno, ya hicieron que los chilenos saquen de sus bodegas estos aparatos para sobrellevar las temperaturas frías.
En esta línea, las estufas eléctricas se han convertido en una alternativa para muchas personas. Contaminan menos y son más fáciles y prácticas de utilizar.
No obstante, para poder hacer un uso responsable y seguro, y evitar los riesgos de incendio, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones importantes. Así lo explicó el doctor Luis García Santander, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción.
Recomendaciones para utilizar correctamente una estufa eléctrica
El primer paso, según el experto, es revisar qué potencia tiene la estufa y si la casa o departamento es capaz de soportarla. Y es que, en caso de que no sea así, las conexiones eléctricas pueden sobrecalentarse y provocar un incendio.
Además, antes de comprar alguna estufa eléctrica, debes fijarte que esta cumpla con la norma establecida por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC): “La principal recomendación es que todos los equipos eléctricos del hogar cuenten con el sello de aprobación SEC, lo que asegura que dichos equipos cumplen con las normas de seguridad y que si son utilizados correctamente, no deberían ser riesgosos para las personas”.
García también recordó la importancia de “no cubrir las estufas eléctricas y no ubicarlas cerca de elementos inflamables, tales como cortinas, manteles, cubrecamas, puesto que las altas temperaturas que alcanzan estos equipos podrían causar que se inflamen y se produzca un incendio”.
Por otra parte, el académico advirtió que utilizar alargadores o “zapatillas” para conectar más de un calefactor puede no ser buena idea, pues estos aparatos no estarían preparados para soportar la carga.
Y, finalmente, la última recomendación es preferir estufas eléctricas que tengan la capacidad de regular su uso de forma automática, para evitar recalentamientos. Y es que la temperatura aconsejable, en promedio, es entre los 18 y 20°C.