Muchas personas decidieron dejar el cigarro por los vaper, sin embargo, estos también pueden tener fuertes consecuencias en la salud.
El auge del uso de vapers ha llevado a muchas personas a dejar el cigarro tradicional en busca de una alternativa aparentemente menos dañina. Sin embargo, aunque estos dispositivos han sido promovidos como una opción más segura, recientes estudios han comenzado a señalar los posibles efectos negativos sobre la salud.
Uno de los problemas más comunes es la alteración de las papilas gustativas, lo que puede afectar el sentido del gusto y provocar otros inconvenientes como la sequedad bucal. A pesar de la percepción de que vapear es inofensivo, los impactos a largo plazo podrían ser más significativos de lo que muchos imaginan.
Tom Viola, experto en farmacología dental con más de 30 años de experiencia, explicó a Dental Economics que el vapor caliente generado por estos dispositivos puede alterar la percepción de los sabores e incluso hacer que algunos alimentos resulten desagradables al paladar.
“El vapor, que puede alcanzar temperaturas de hasta 150°C, no tiene tiempo suficiente para enfriarse antes de entrar en contacto con la mucosa bucal, provocando lesiones en el tejido de la lengua”, señala el experto.
¿Qué es la “lengua del vapeador”?
La “lengua del vapeador” es una condición donde se pierde o reduce temporalmente el sentido del gusto. Aunque esto también puede aparecer en quienes fuman cigarro tradicional, el vapeo introduce variables específicas que agravan el problema.
Las principales causas que provocan esta condición son la desensibilización a ciertos sabores, la deshidratación y el daño ocasionado por las altas temperaturas del vapor.
Según explica Tom, el vapor caliente que emiten estos dispositivos puede llegar a “escaldar el tejido” de la lengua, afectando directamente las papilas gustativas.
Cabe señalar que si bien esta condición suele ser reversible una vez que la persona deja de utilizar los vapers, el especialista explica que no algo fácil de hacer, ya que “el vapeo en sí es adictivo, y resulta muy difícil dejarlo una vez que se ha convertido en parte de tu estilo de vida”.
Efectos a largo plazo
Además de la pérdida del sabor, los vapeadores también pueden experimentar la xerostomía, una condición que reduce la producción de saliva, dificultando la disolución de partículas de alimentos.
Al reducirse la producción de saliva, hay un aumento en la sequedad bucal lo que puede provocar otros problemas de salud, como caries, infecciones y dificultades para hablar o tragar.
Según explica Pamela Maragliano-Muniz, doctora y editora en jefe de Dental Economics, “la saliva juega un papel crucial en la protección de nuestros tejidos bucales, y su ausencia aumenta significativamente el riesgo de infecciones y otras complicaciones”.
Por otro lado, Viola añade que las lesiones causadas por el vapeo pueden alterar de manera permanente las capacidades sensoriales de la lengua: “Una vez que el tejido sufre quemaduras repetidas, algunas áreas podrían no recuperarse completamente, afectando la calidad de vida de las personas que vapean”.
Si bien la “lengua del vapeador” es una condición famosa entre los doctores, los estudios científicos sobre su prevalencia y mecanismos son limitados.
El profesor de la Universidad de California en San Francisco, Benjamin Chaffee, señala que “no hay evidencia confiable actualmente que indique qué tan común es esta condición o cuáles son los procesos exactos que la provocan”.
De todas maneras, el especialista señala que la falta de evidencia no es una razón para ignorar los riesgos potenciales: “Es otro ejemplo de las muchas cosas que aún no sabemos sobre cómo el vapeo afecta al cuerpo. Es una razón para acercarnos con precaución a estos productos”.