“Ya basta de insultar, denostar y ridiculizar a Ñuñoa”, rogó la ciudadana.
Una vecina del sector oriente de la capital es protagonista de un curioso reclamo —por decir lo menos— que por estas horas se viraliza: a su juicio, su comuna es víctima de un estigma que tuvo como su punto de inicio el Estallido Social.
Fue desde entonces que Ñuñoa en el ideario colectivo devino como tal vez la zona más “progre” de la Región Metropolitana. Y eso, a su vez, dio lugar a un sinfín de memes que pretenden reírse, entre otras cosas, de su ropa, sus costumbres y su estilo de vida. En resumen, “ñuñoíno” dejó de ser un gentilicio para darle paso a la caricatura en el mundo virtual.
En una carta que se publicó en el diario El Mercurio, la vecina se quejó precisamente de eso:
“Quiero expresar mi profunda molestia como vecina y ciudadana por la denostación que sufre constantemente la comuna de Ñuñoa, que se ha envuelto un símbolo de cierta corriente política”, escribió a modo de introducción.
Luego, propuso como ejemplo un par de comentarios que enseñan una eventual escalada en la caricaturización del sector:
“Una cosa es que el opinante sin nombre que se esconde en Twitter ocupe el nombre de la comuna para insertar ciertas tendencias que no son de su agrado, pero de ahí a que lo hagan el parlamentario Fidel Espinoza (‘Este es un gobierno sordo, un gobierno que nos gobierna desde Ñuñoa’) y un académico urbanista como Iván Poduje, en su última columna ‘Dejen de gobernar desde Ñuñoa’, es demasiado”.
En definitiva, la vecina quiso aclarar que, en su opinión, “Ñuñoa es una comuna diversa, con necesidades en vivienda, salud, urbanismo y educación”.
Por lo mismo, hizo un llamado “a personas que se dicen informadas” para “dejar de motejar a esta comuna, como una mala metáfora política. Usen otras, pero ya basta de insultar, denostar y ridiculizar a Ñuñoa”.