Se estima que en la Región Metropolitana más de la mitad de las casas tiene menos de 70 metros cuadrados habitables, panorama que obliga a utilizar algunas técnicas que permiten organizar los espacios de mejor manera.
Un estudio realizado por académicos de la Universidad de Chile antes del inicio de la pandemia, determinó que el 56% de las viviendas de la Región Metropolitana tienen 70 mts2 o menos. Esto, a partir de datos obtenidos a través del Servicio de Impuestos Internos. Sin ir más lejos, en comunas como María Pinto, esta cifra llega al 47,8%, mientras que en el caso de El Bosque, el promedio de los inmuebles es de 60,8 m2.
Existe una variación importante entre las comunas. A diferencia de las dos zonas mencionadas anteriormente, en Lo Barnechea se encuentra la media más alta, con 169,1 m2. Según el análisis, en Los Candes el promedio es de 116,6 m2 y en Vitacura 154,5 m2. En Macul, en tanto, la cifra es de 70,8 m2 y en Maipú 60,7 m2.
Estas cifras hablan de una situación real que enfrentan miles de personas en el Chile de hoy. Es por esto que las recientes tendencias, tanto de muebles como de decoración, se han ido adaptando a las nuevas características de las viviendas, problema que enfrentan ciudades como Nueva York, Shangai o Tokio, hace décadas.
Lograr optimizar el espacio cuando es reducido puede llegar a ser un verdadero desafío, pero también una aventura. Si se agranda la familia, si se está en un monoambiente o departamento studio, o simplemente si se desea optimizar algunos espacios, existen algunas técnicas a seguir que normalmente recomiendan expertos.
Muebles funcionales
Siempre se debe ser prudente en las compras de determinados artículos cuando los espacios son reducidos. Para lugares comunes, por ejemplo, un futón puede resultar práctico. En sus inicios en Japón, se trató de un tipo de colchón con cojines bajos, de algodón y su mayor beneficio es la perdurabilidad. Ha sido usado durante siglos.
Los futones que conocemos actualmente en occidente fueron inspirados en ese mueble que forma parte de la cultura nipona. Al dormir, los japoneses los colocaban arriba de un tatami (especie de tapiz acolchado), para al día siguiente dejarlos al sol. Posteriormente los doblaban y los guardaban, dejando el espacio libre para la rutina.
En Chile, el futón también es conocido como sillón sofá cama, porque cumplen la misma función y ocupan el mismo espacio. Sin embargo, en comparación a un sofá cama tradicional, son más livianos y fáciles de trasladar. También son más cómodos: proporcionan un descanso más reparador y son ideales para dormir pequeñas siestas.
Por su parte, si estamos hablando de maximizar los espacios dentro de las habitaciones o piezas, siempre es una buena opción tener una cama nido que agranda notablemente el ambiente y ofrece sensación de amplitud y liviandad.
Este es un mueble tradicionalmente usado en cuartos de niños y adolescentes, ideal para las habitaciones de escasas dimensiones y los departamentos de un ambiente.
Otra técnica que se utiliza habitualmente en espacios reducidos son los muebles altos para dividir zonas muy concentradas. Por ejemplo, una librería que se convierte en distribuidor entre el living-comedor y el dormitorio.
Elegir muebles con doble función siempre es la mejor de las estrategias cuando los metros escasean. Tanto si son piezas hechas a medida como si no, elegir muebles con doble uso es una opción que, además, puede ser beneficiosa para el bolsillo. Por ejemplo, una barra en la cocina que puedes usar para comer o trabajar o una mesa de centro convertible en una mesa de comedor son grandes opciones.
Finalmente, siempre se debe tener en cuenta que mientras más pequeña sea la vivienda, más orden va a necesitar. El orden no se compra en ninguna tienda, pero con él, se logrará que todo se vea más amplio y práctico en lugares reducidos