Worldcoin: la polémica aplicación que toma datos biométricos a través del iris y genera furor entre la gente

Worldcoin ha estado en la mira debido a denuncias vinculadas al tratamiento de datos. Foto: Isabel Yankovic/Aton Chile

Durante los últimos meses la fila que se genera a un costado del metro Escuela Militar se ha transformado en un fenómeno común: cientos de ciudadanos buscan ganar criptomonedas a cambio de un examen de iris. La mayoría son extranjeros, pero también hay chilenos. La controversial compañía que toma los datos enfrenta acciones judiciales en el país.

“El objetivo es proporcionar acceso universal a la economía global independientemente de tu país u origen y establecer un lugar para que todos nos beneficiemos en la era de la IA”. Esa es una de las frases con las que se presenta Worldcoin en su sitio web. ¿Qué hay de cierto? Se trata de una polémica aplicación que arribó a Chile en 2021, parte de un proyecto dependiente de la empresa tecnológica Tools for Humanity, que durante los últimos meses se ha hecho viral debido a sus centros de escaneo, donde toman datos biométricos.

Más allá de las buenas intenciones en su declaración de principios, lo cierto es que los límites de la compañía siguen siendo difusos. Fueron prohibidos en Kenia. En otra decena de naciones han tenido problemas para establecerse. Por ejemplo, en España se suspendió su servicio. Según la compañía, en Francia y Brasil llevaron a cabo pruebas por tiempo limitado, claro que en estos países se les solicitó información relativa al tratamiento de los datos. En Chile existen dos denuncias, ambas ante la Corte de Valparaíso. Se les acusó de vulnerar la ley de neuroderechos y, si bien en uno de los casos la ley falló en contra de la empresa, prohibiéndole usar los datos de un menor de edad, las actividades de la compañía no han cesado en el país.

Uno de los centros de escaneo más concurridos está en la capital y se encuentra en Las Condes, a un costado del metro Escuela Militar. Allí se genera una concurrida fila todos los días, donde personas de distintas nacionalidades esperan su turno para que le escaneen su iris y recibir un pago a cambio. Este puede variar debido al cambio, pero fluctúa entre los 20 mil y 90 mil pesos. Sin embargo, existe un gran desconocimiento por parte de quienes están dispuestos a entregar sus datos.

“Me enteré con Sunflower, que es una aplicación en la que uno pone dinero y genera dólares. Una persona me explicó de que va esto y vine. Con lo que me den pienso generar dinero, guardar y hacer convenios. Pero conozco poco el sistema”, reconoce uno de los jóvenes que hace la fila.

Para los transeúntes es tradicional ver una larga cola que llega hasta un mesón donde está el logo de Worldcoin. “Esto ha sido muy bien promocionado. Muchos compañeros han venido y dan certeza de que al venir te examinan el ojito y te dan unas moneditas que te pueden servir. Ayuda para el futuro”, dice Eloy Parra, ciudadano venezolano, quien agrega que la mayoría de quienes llegan al lugar son compatriotas suyos.

A la fecha, de acuerdo a los datos publicados en La Tercera, más del 1% de la población chilena, cifra equivalente a 200 mil personas aproximadamente, ha dado sus datos a cambio de criptomonedas. O worldcoins, como se denominan en este caso.

Worldcoin enfrenta acciones judiciales. Foto: Isabel Yankovic/Aton Chile

“Van depositando en fracciones. Pero si tú llegas a promocionar esto, puedes alcanzar un poquitico más de monedas. En peso no se sabe cuánto es. Pero lo importante es que vienen unas moneditas, pues, y eso es algo muy fácil. ¿En qué te puede causar el problema en que te coloquen un aparato en tu ojito? ¿Y qué datos te pueden pedir? Con que no te pidan ni la clave única, ni lo del banco, estamos bien”, agrega el sonriente Parra.

En general, es poca la información que hay entre quienes hacen la fila. Sin ir más lejos, Worldcoin se ha visto envuelto en acusaciones de emplear tácticas de venta engañosa para que gente que necesite dinero acuda a sus centros. “Compañeros de trabajo me comentaron había una criptomoneda, que iban a dar esta plata para el cambio, para comprar”, es el comentario más repetido.

“Son como bonos que caen y uno lo cambia a pesos chilenos. No sé a cuánto está el cambio, vengo a asesorarme. Un chico nos dijo que cuando hiciéramos el registro nos iba a asesorar tal cual era. Pienso que... bueno, cada quien tiene su iris, no todos los iris son iguales...”, señala una mujer de nacionalidad venezolana que se encuentra en la fila.

“Uno se escanea y le van dando un bono, pero no sé cuál es el fin de ellos. Es algo extra de dinero, porque uno como extranjero aquí... los gastos son muchos”, explica otra transeúnte, también extranjera, que llega hasta el lugar.

Pese a la alta presencia de extranjeros, también hay chilenos en la fila. Uno de ellos explica cómo se enteró de la toma de datos. “Un amigo que dijo ‘oye, están haciendo esto el tema del iris con el Worldcoin’. Igual investigué un poco cómo funcionaba y como que no me complicaba tanto. Dije, ya, bueno, lo voy a hacer”, relata.

“Como es una moneda virtual va en ascenso o descenso. Si te pillas un mal día pueden ser 17 o 18 worldcoins y, bueno, puede variar cuanta plata sea en pesos chilenos. Con 20 lucas uno no piensa en hacer mucho tampoco. No te va a cambiar la vida. La verdad es que no me complica el tema del iris, no le tengo miedo a ese tema. Así que por 20 lucas dije, bueno, ¿por qué no? Pero no tengo algo pensado que hacer con la plata, porque no es casi nada”, cuenta.

Pese a que demuestra un poco más de conocimiento que el promedio, también reconoce que no termina de comprender el uso de los datos biométricos. “No sé cuáles son realmente las intenciones de la empresa, pero tengo confianza en que no me va a afectar en un futuro tener que hacer este proceso con el iris. Hoy día mismo no te va a pasar nada, pero en el futuro creo que tampoco”, dice.

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