Paula Anguita, aka 22RUZZ se tomó un buen tiempo para rapear, tatuar y grafitear, antes de lanzar un certero y reflexivo EP titulado “22″, un trabajo que, según la artista no tenía mayor pretensión que producir una obra bien hecha. “Siento una responsabilidad respecto de lo que uno escribe, y también respecto de quien uno es, en relación a quien eres en el escenario y abajo”, dice.
“La calle fue mi puerta de entrada al hip hop. Más que el graffiti o el rap incluso. El hip hop me llevó a conocer la colectividad, que ha sido para mi el aprendizaje más importante”, cuenta Paula Anguita aka 22Ruzz en el programa “Black Life”.
En “Gracias al Hip-Hop” de La Junta Plus, complementa: “Todos tenemos una historia y carencias. La soledad me hizo formar mi personaje artístico. Mi mamá trabajaba mucho, mi hermanos se fueron jóvenes de la casa y quedé super sola así que salía a la calle”.
Paula cuenta que en el colegio practicaba ballet, que en las alianzas le gustaba bailar. Dice que en su pieza tenía una especie de club, para ella sola, donde pintaba y “tenía sus cositas”.
“Esa soledad es oscura igual, genera heridas, carencias, pero por otro lado a los artistas nos conforma una soledad. Sin ella quizá no escribiríamos, no pintaríamos, etc. A mi me ha hecho crecer”, dice.
El tema, es uno que cruza las diferentes entrevistas a la cantante. En “Sesiones de Estación”, dirá: “La soledad me hizo enfocarme en escribir, porque no tenía con quién más comunicarme. Me acostumbré a escribir de lo que veo y lo que me pasa. Todas mis canciones tienen que ver con cosas reales, de ahí nacen las letras. Escribo por ejemplo cuando tengo mucha pena, y de ahí hago juegos de rimas”.
Barras con sentido
“Mi abuela era artista, mi madre es muy melómana, coleccionista de vinilos, a mis hermanos y a mí nos enseñó mucha música”, contó en la entrevista de Black Like. En “Gracias al Hip Hop” reconoce como su primera gran influencia musical a su hermano. Dice que se acuerda incluso de la canción. Era “Above the Clouds” de Gangstarr.
“Ahí me rayó el rap. A los 13 grabé mi primer tema. En el hip hop encontré una identificación”, dice.
“Mi historia familiar es intensa, de exilios, entonces la política, tanto como expresión colectiva pero también individual siempre ha estado presente en mi educación familiar, quizá de ahí sale la confianza de comunicar”, cuenta en “Sesiones de Estación”.
En “Gracias al Hip Hop” complementa: “La dictadura es parte de mi linaje, me determina como artista. Aprendí de pequeña que la voz es una herramienta y una responsabilidad”.
En el programa “Black Life” profundiza en esa idea: “Tengo la necesidad de congruencia, para mi no es solo rapear y tirar barras, por supuesto que igual juego, pero siento que las barras tienen que tener sentido, y en esa búsqueda pido varias opiniones a mis cercanos. Siento que hay una responsabilidad respecto de lo que uno escribe, y también respecto de quien uno es, en relación a quien eres en el escenario y abajo. Soy estricta con eso la verdad”.
Además de MC, Paula es grafitera (bajo el nombre Ruzka) y también tatuadora. Vivió en Brasil un tiempo, en ese país al que se fue sola, la pilló la pandemia.
A los 22 años, el año 2022, tomó la decisión de publicar un EP, que tituló “22″.
“Llevaba años rapeando, pero no había lanzado nada oficial. Mi EP fue un tesoro personal. No tenía la intención de que pegara, solo quería que esas maquetas, que tanto me pedían, tomaran forma. Fue un proceso orgánico, natural. Un día, me encontré conversando con Placer (el productor) y después de una cerveza terminamos rapeando juntos. El resultado fue un trabajo honesto, sin pretensiones, pero enfocados en que estuviera bien hecho en todo sentido”, dice.
En Medium, un extenso perfil dedicado a ella complementa con los créditos correspondientes: “El beatmaker Eggglub y el tornamesista Redmist la han acompañado en su recorrido, especialmente en directo. Productores como Debassto, Stgomalaria o Placer son algunos de los principales responsables de los beats”.
En la entrevista con Black Life, que data de hace casi apróximadamente un año, Paula dice: “Estoy en una transición, es excitante, porque estoy invirtiendo en mi proyecto y eso es algo difícil, porque el sistema te limita esa posibilidad, los trabajadores vivimos el día a día. Hoy con harto sacrificio, puedo vivir en otro ritmo, experimentar y jugar, proyectarme y no bajo un sueldo o jefe”.
En otra entrevista, para el diario El Sureño, que es de abril del 2023, reflexionaba así: “No sé si quiero vivir de la música. Me gustaría hacer algo que me guste. No quiero garzonear más. Yo tatúo, ya viví de eso, pero también se desgastó. Quiero trabajar en algo que tenga que ver con el arte, como una pega estructurada.(...) También quiero estudiar”.
“Me encanta hacer esto, pero no necesariamente por la plata. Que llegue plata es bacán y lo agradezco muchísimo. Si se da, pulento, pero no es mi meta, no es mi proyección en mi música, lo que quiero es cultivarme y seguir haciendo buena música”.