En la antesala de la Final Internacional en Colombia, el mexicano revela al diario pop cómo es su proceso mental al momento de salir a rapear en escena.
Hay al menos tres momentos clave en la historia de Aczino (Mauricio Hernández) que lo han convertido en uno de los raperos favoritos de Red Bull Batalla.
El primero es cuando ganó la Final Internacional en México, su país natal, en 2017. El segundo es cuando se coronó con el mismo título en Chile en 2021, un logro que le valió posicionarse como el primer MC en salir victorioso dos veces en este certamen.
Y el tercero llegó apenas un año después, en 2022, cuando se coronó como el único tricampeón, una credencial que mantiene vigente y que hoy le ha permitido llevarse el apodo de “el mejor freestyler del mundo”.
Sin embargo, aquello no es suficiente para el mexicano.
Al igual que otros 15 raperos de categoría mundial —entre ellos, el chileno Nitro— Aczino será parte del torneo que se disputará este sábado 2 de diciembre en el Movistar Arena de Bogotá, Colombia.
Con una voz calmada, pero firme y segura, como la de un mentor que sabe con claridad cuál será su siguiente frase, anticipa a La Cuarta que está “mentalizado” en volver a llevarse el título.
“No me importan los demás. Yo voy como siempre, visualizando el objetivo sin voltear a ver dónde van corriendo los rivales, hasta que ya pase la meta”.
Ese es solo uno de los puntos que aborda en su conversación con el diario pop en Bogotá, en la antesala del evento en el que podría aumentar aún más su racha.
Hoy eres el campeón internacional vigente y el único tricampeón, ¿cómo te has preparado mentalmente para mantener esta delantera?
—La verdad es que no lo sé. Muchas veces voy a la competencia súper cansado, con mucho trabajo encima. Ahora mismo estoy promocionando una nueva canción, “Detrás de cámaras”, siempre estoy muy activo en varias cosas, pero cuando llega el momento es instintivo, algo que ya sé que tengo que hacer, cómo si hubiera estado ahí antes en otra instancia.
No me refiero a que he estado en otras finales, sino a que cuando llega el momento, es como si ya supiera qué va a pasar, qué hacer, y simplemente lo hago. Es como un instinto de supervivencia de seguir compitiendo, de seguir ganando.
¿Sientes que tu perspectiva en las finales de Red Bull Batalla ha cambiado con el paso de los años? ¿Llegas más tranquilo? ¿Más estresado?
—Creo que la experiencia sí te va dando tranquilidad, pero la adrenalina de la competencia sigue presente y eso es lo que nos hace seguir. Yo creo que cuando ya no sientes nada a la hora de una batalla de este tamaño, pues ya no tienes nada que hacer aquí.
Yo la verdad me sigo emocionando, me sigo poniendo nervioso, sigo estando aterrado la noche anterior por lo que pueda pasar. Vencer todos esos miedos y sensaciones también es parte de la batalla.
Eres uno de los MCs que tiene más trayectoria en esta competición, ¿cómo ves a los oponentes de este año?
—Bien, hay mucha variedad, desde debutantes hasta gente que ha estado en otras internacionales, con la que he competido en otras ligas y con la que tengo mucha historia.
Eso es algo muy enriquecedor, el hecho de que haya tanta variedad de generaciones y de estilos. Hay personas que rapean muy diferente, debido a su país, a su nacionalidad, a su acento, a sus costumbres, y eso es lo más bonito de todas estas competencias.
Si hacemos un repaso de tu experiencia internacional en Red Bull Batalla, ¿con quién dirías que ha sido tu encuentro más difícil?
—Dentro de Red Bull, yo creo que contra Jota, aquella vez que me tocó en Perú en primera ronda y que no supe cómo manejar la situación.
Creo que si me pasara eso en estos momentos podría aprovechar más que me afectara, podría hacer algo con eso: tomarlo como un estímulo más que como un factor que me haga entrar en pánico.
Este año el representante de Chile es Nitro, pero también hemos tenido a múltiples raperos nacionales que han dado cara en el torneo. ¿Cuál es tu visión del rap de nuestro país?
—Es un rap que mantiene mucho la esencia, hay mucha cultura hip hop en Chile y me ha tocado vivirlo. No solo de freestyle, sino que también de raperos, producciones, conciertos. Tú ves un concierto de Wu-Tang Clan allá y la gente está vuelta loca, es una cosa que no pasa en muchos países.