Xaviera Fernández, aka Akatumamy, acaba de lanzar el EP “Gata Pistola”, que trae cinco disparos certeros en clave de reggaeton. Te contamos la historia de una artista que se reconoce al mismo tiempo bellaca y vulnerable, y que a sus 22 años conoce bien el significado de sacrificio.
“Un amigo me dijo la frase de que para llegar donde nadie llega hay que sacrificar cosas que nadie sacrifica. Me identifica esa idea, uno sacrifica cosas, amigos, familia incluso. Porque yo al menos antes de meterme en el mundo de la música tenía otro estilo de vida, después me empecé a relacionar prácticamente solo con gente que está en lo mismo”.
Xaviera Fernández tiene 22 años y es conocida por su nombre de cantante Akatumamy. La frase con la que comienza esta nota la expresó en una entrevista vía Twitch con Trap2Day y en el caso de la joven reggaetonera es bastante más que una frase cliché.
Pero lo primero que hay que contar es que que Akatumamy, que por estos días estrena su primer EP Gata Pistola, pertenece a una generación de artistas que quizá con el tiempo reciba el título o la clasificación de post-pandémicos o algo por el estilo, porque al igual que Akriila o Kya fue la puesta en pausa del mundo lo que le dio play a su vocación por hacer música.
“Siempre me gustó la música, en el colegio hueveando freestaleaba con un compañero, pero nunca me salió bien en realidad. Me interesaba la idea de crear una letra, escribir, y la pandemia me impulsó a hacerlo. Sin eso probablemente nunca lo hubiera hecho”, contó en Ciudad de Beats.
Sobre su nombre artístico explicó en el webshow La Polar Gang que viene de su principal referente, Ñengo Flow. “Cuando llegó el momento de cambiarme el nombre en Insta estaba pegada con un tema que dice oye mi mami acá está tu papi. Al final es un nombre que tiene la historia de donde vengo, mis referencias. Ñengo Flow tiene ese corte old school flaite que me gusta”.
De la plaza a Primavera Sound
“Mi familia es más bien convencional, para ellos la única opción era la universidad. Entonces me metí a estudiar cosmetología porque me gustaba el maquillaje. Pero me cargó porque entre mis compañeras, salvo por un par, había un ambiente medio tóxico, muy competitivo”, contó Akatumamy en Trap2day.
Sin embargo, según contó en Ciudad de Beats, la joven que entonces transitaba por la vida como Xaviera estaba segura que el maquillaje era lo suyo y que se dedicaría a eso por siempre. Su vínculo con la música venía pujando paralelamente a través del baile, el dancehall específicamente, disciplina a través de la cual conoció a la cantante que después sería su colega y amiga Aura Bae, porque subía stories bailando sus canciones. También a Young Cister, cuando bailó en uno de sus videoclips.
En abril del 2020, plena pandemia y cuarentena, vio una entrevista que le cambió la vida. “Agradezco públicamente a Princesa Alba porque ahí recomendaba Voloco (una app estudio de grabación móvil). Sin esa entrevista jamás la había cachado, así que gracias a ella me decidí a cantar”, relató en La Junta Plus.
“Empecé a probar beats y saqué el primer tema, Me Esfumo, que lo mandé a masterizar a Los Angeles y lo subí a Soundcloud, le fue bacán y ahí saqué “Agresiva”. Esa la subí a Spotify y ahí reventó porque se pueden hacer Tik Toks y también poner en IMUSIC”, explicó en Ciudad de Beats. Allí explicó que la música para ella fue un experimento: “Necesitaba hablar de algo que sentía que no se hablaba”.
En un spot de Báltica profundizó esa reflexión: “Hay que destruir esas ideas de que la mujer no se puede mantener sola, andar por la calle, vestirse como quiere, que si mueve el poto es pelá. En ese sentido nunca me sentí conforme con el reggaeton y la música urbana. Mi rol es el de parar la música que nos violenta y sexualiza. Mi idea es romper el esquema de esas weas”.
Fue en plena pandemia y junto con la anteriormente mencionada Aura Bae que ocurriría otro hito en la carrera de Akatumamy. “Estábamos sentadas conversando, puro queriendo cantar con la Aura Bae. Organizamos una especie de festival, para cantar en una plaza, algo pequeño, pero fue creciendo y al final en el flyer eramos como 15 cabras y aunque la idea era hacer algo pequeño, con micrófonos y parlantes prestados, todo de la perra, pero no paraba de llegar gente, fue alucinante. Incluso nos funaron por estar haciendo música en ese contexto”, contó en Trap2Day.
Para Aka, ese evento “cambió todo”, según narró, si bien existía un under de mujeres, hasta entonces no se conocían entre ellas y ese lugar fue el encuentro entre público y artistas.
Sin embargo, el camino no estaría exento de momentos duros. La artista contó a Trap2Day que tras tomar la decisión de dedicarse 100% a la música, elección que incluyó abandonar la carrera de cosmetología, la relación con su familia se tensó hasta el punto de que terminó, según sus palabras “escapando” de su casa.
“Hubo varios conflictos y problemas hasta que me fui. Estuve de allegada hartos meses en casas de varias amistades (...) Mi mamá cuando vio el video de “Agresiva”, uno que bajaron de Youtube incluso porque yo salía bailando en calzones, quedó la cagada porque pensó que prácticamente yo me estaba vendiendo, igual ahora la entiendo, no sé, en su mente simplemente no era una opción que yo quisiera ser cantante, porque tampoco es algo que viniera de chica”, contó.
Todas esas vivencias terminaron forjando el abanico de temáticas que Akatumamy aborda en sus canciones. “Cuando tengo pena hago temas que me saquen la pena, si estoy feliz hago temas felices y si estoy bellaca hago temas bellacas, uno tiene experiencias que se ligan con un sentimiento y hay que aprovechar eso”, dijo en Ciudad de Beats.
La idea la extendió en La Junta Plus, donde dijo: “Tengo una visión de mi música, pero de mi arte en general, de que tiene que ser versátil. Hago música bellaquera, pero también vulnerable”.
En noviembre del año pasado ocurrió el que hasta el momento es el mayor hito en la carrera de Akatumamy, tocar en el festival Primavera Sound, en un show titulado “Mamacitas” y que estuvo liderado por Lizz, artista a quien Aka también ha reconocido públicamente su gratitud e influencia. “Uno se imagina esas cosas pero no se lo espera, porque hay gente que lleva 10 años trabajando y no ha tenido una oportunidad así. Cuando veía el flyer, donde salía onda Travis Scott, Bad Gyal, lloraba porque estaba muy feliz, estar en un flyer internacional no es menor”, reconoció a Trap2day.
Ese festival, más algunas apariciones en televisión, ayudaron a re establecer algunos puentes con su familia. “Con mi papá ahora nos llevamos de pana, pero yo no le pido un peso ni ayuda. Ahora me apoya y encuentra bacán que me vaya bien, escucha mi música y dice que le gustan mis canciones. Yo creo que lo entiende más porque me fue bien, pero yo lo hice todo sola sin ninguna ayuda”, asegura en ese medio.
La última semana de enero del presente 2023, Akatumamy lanzó su esperado EP Gata Pistola, acompañado de tres videoclips. “Puse toda mi energía en este proyecto. Por eso estuve harto tiempo sin hacer colaboraciones ni nada, solamente saqué Visera Yankee. Es lo más grande que he hecho y me siento muy orgullosa”, contó en Ciudad de Beat.
“Yo estoy clara que las que estamos acá trabajamos muchísimo, nadie nos paga nada, ni nos publicita, todo es orgánico y a pulso. Por eso cuando da frutos es tan rico. Hemos callado bocas. Merecemos internacionalizarnos y pegarnos de pana”, sentenció.