La artista venezolana radicada en Chile ya lanzó sus primeros singles, con una propuesta tanto estética como musical que muestra su lado más dulce como el más osado. En una conversación con La Cuarta, la joven habló sobre su carrera musical, su faceta como gamer y su paso por Talento Rojo.
Con sus tres nuevos sencillos, la cantante Seshany lanzó su carrera musical con una innovadora y llamativa propuesta: el estilo “Dark Kawaii”, que mezcla el lado más dulce y el más atrevido de la joven con pegajosos beats de pop.
La artista y compositora venezolana radicada en Chile -ya lleva seis años viviendo en el país-, sorprendió por su estilo único, que une con otra de sus pasiones: los videojuegos. Además de ser cantante, Seshany también es gamer y streamer, contando con más de 21 mil seguidores en Twitch.
El año pasado, la joven participó en el programa Talento Rojo, donde logró cautivar con su talento y su estilo propio. Una experiencia de la cual ya la ayudó a crecer, a aprender de las críticas constructivas, pero también a ser gentil consigo misma.
Hace unos meses estrenó su primer single “Acércate un poquito”, una canción que enseña el lado dulce de Seshany. Luego surgió “Party”, una mezcla de pop con ritmos más urbanos. Y el más reciente sencillo “Uparamba”, mostrando la faceta sensual y atrevida de la cantante.
Seshany conversó con La Cuarta sobre sus nuevas canciones, su paso por Talento Rojo, su propuesta “Dark Kawaii”, su faceta gamer y reveló con qué artistas le gustaría colaborar a futuro.
—¿Cómo nació tu amor por la música?
—Desde que era pequeña vine conociendo la música por mi mamá y mi papá porque ellos tenían instrumentos. Mi papá tenía una guitarra, una flauta y una armónica. Y mi mamá tenía un piano eléctrico. Comencé con la armónica haciendo ruidos, después con la guitarra, aunque no sabía cómo, pero igual me daba mucha curiosidad. Igual nunca me dijeron nada, me alentaban a jugar. Después mi mamá me enseñó unas melodías en el piano, que todavía me acuerdo de esas melodías. Desde ahí siento que partió esa curiosidad.
“Me acuerdo que me despertaba temprano en la mañana y me ponía a tocar esas cosas que mi mamá me enseñó en el piano. De ahí empezó todo eso. Después me ponía a cantar canciones de Shakira en la sala, hacía un show para mi familia”.
—El año pasado estuviste en Talento Rojo, ¿cómo fue tu experiencia en el programa?
—Fue una experiencia muy bonita. Tuve la oportunidad de conocer a muchas personas que comparten la misma pasión que yo, y eso obvio es algo muy bonito porque conectas con estas personas. De hecho, todavía estoy en contacto con algunos de los chiquillos que conocí, bailarines, no solo con cantantes. Y obvio, las personas que conoces detrás de cámara, que te alientan.
“También una experiencia en cierta parte estresante porque es una competencia, entonces te obliga a salir de tu zona de confort para poder mejorar. Y al final uno estar abierto a poder recibir estas críticas constructivas, para poder tomarlas en cuenta. Siento que me ayudó a crecer mucho, en general”.
—¿Qué fue lo que pudiste aprender, con qué te quedaste en tu paso por el programa?
—Aprendí a ser más gentil conmigo misma, porque siento que antes yo, cuando hacía algo y no me salía como esperaba, porque, bueno, así es la vida, las cosas no siempre salen como uno espera, yo me criticaba. Decía ‘no, por qué no lo hiciste bien’. Siento que con el programa, yo me presentaba, luego veía el resultado desde otra perspectiva, que era la parte grabada y decía ‘me gustó cómo hice esto’, me felicitaba a mi misma. Y las cosas que no me salían como yo quería, decía ‘esto lo voy a arreglar’. Siento que el hecho de grabar y verme desde otra perspectiva, también me ayudó a decir ‘esto lo voy a mejorar, y estoy orgullosa igual de haber hecho lo mejor que pude en ese momento’. Siento que eso es algo que me dejó muy marcado.
—¿Era la primera vez que te presentabas en vivo?
—Ya había cantado antes. En Venezuela mi abuela materna me llevaba a los castings, siempre. Y de ahí de pronto tuve la oportunidad de presentarme en ciertos escenarios o en algún programa en la tele de talentos también. Igual en Rancagua llegué a cantar algunas veces. No cuenta como escenario, pero solía cantar en la calle a veces… Igual es un escenario. Igual cuenta, la calle igual es un escenario.
Su carrera musical
—¿Cómo fue todo este proceso para comenzar a lanzar tus propias canciones? En tu cuenta de Youtube compartías covers…
—Partí primero con los covers y después llega un punto en el que pude empezar a trabajar en mi música, pude conseguir un equipo que creyera en mí, en mi propuesta. Eso igual no es algo sencillo, obviamente. Tuve la fortuna de conocer personas que quisieron apoyarme. De ahí pude empezar a crear mi propia música, porque para todo eso se necesitan recursos, no es solo tiempo.
“Realmente en este proyecto, yo empecé hace dos años. A pesar de que ahorita ya empecé a sacar mi propia música, ya llevaba un tiempo trabajando en esto”.
—Hasta el momento haz lanzado tres canciones: “Acércate un poquito”, “Party” y “Uparamba”. ¿Cómo fue el proceso creativo de estas canciones?
—Con “Acércate un poquito” fue que escuché el beat y canté encima. Fue como algo que me surgió. Me daban ganas de cantar esa sensación que tú tienes cuando alguien te gusta , “Acércate un poquito” fue inspirada en eso. Una sensación personal que he tenido alguna vez, cuando uno está en ese proceso de que tienes un crush.
“Con “Party” fue al revés. yo quería una canción que fuera de fiesta. Hice primero la letra y la melodía y luego se fue haciendo el beat”.
En el caso de “Uparamba”, fue desde cero, un día que estábamos en el estudio que dijimos ‘¿y si hacemos algo desde cero? Que no haya nada’. De repente en el estudio hacen el beat y me lo muestran para ver si me inspira o yo llevo la letra o la melodía.Con “Uparamba” empecé a hacer la primera estrofa, eso fue lo primero, después fue tomando forma. De hecho en un día se avanzó mucho en esa canción, el beat me inspiró mucho. Me daba una especie de trance, es como hipnótico.
—¿Qué tal ha sido la recepción de tus seguidores a estas canciones?
—Súper buena. Me han apoyado mucho, me apoyaban igual desde que hacía los covers, siempre motivándome, diciéndome que hiciera mis canciones. Por fin las pude sacar y ellos -los dulcecitos o dulcecitas- sabían que ya estaba trabajando en mi música, pero no habían escuchado nada. Yo no quería hacer spoiler. Sabían que iba al estudio, que viajaba. Cuando dije que ya iba a sacar una canción, todos estábamos tan emocionados. Siento que no es logro solo mío, sino que de todos, porque igual yo siento que es muy importante la motivación y el amor que te dan las personas. Siento que igual te da mucha fuerza. Siento que no fue algo que logré yo sola.
Dark Kawaii, un concepto que es atrevido y tierno a la vez
—Llegas con esta propuesta del Dark Kawaii, ¿cómo defines tú este concepto y de qué manera se traduce en tu música?
—Viene siendo el lado “dark” (oscuro), que es un poco más atrevido, no necesario tiene que ser algo negro, sino que más atrevido. Y el “kawaii” que es algo más tierno. Al menos es la forma en la que yo me siento. Siento que todos tenemos nuestro lado dark y nuestro lado kawaii. La idea de la propuesta es como poder mostrar ambos extremos, que es algo que todos tenemos.
“Estéticamente, con los videoclips ya es un poco más visible. Con la música, en el caso de “Acércate un poquito” viene siendo un poco más “sweet” (dulce), más amorosa. En el caso de “Party” ya se empieza a oscurecer un poco. Con “Uparamba” ya es más atrevido. Eso me gusta mucho, esa variedad que todos tenemos”.
—¿Alguna cantante con quién te gustaría colaborar?
—Muchas. Con hartas, me gusta Shirel, Soulfia, Princesa Alba, Denise Rosenthal. Hace no mucho vi a Denise en el Movistar Arena y dije ‘wow, qué seca’. Me gustaría colaborar con muchas personas, así que ojalá en el futuro se pueda.
—Además de ser cantante, eres gamer y streamer. Cuéntame un poco sobre esta otra faceta. ¿Cómo surgió tu amor por los videojuegos?
—En realidad desde que era pequeña ya me llamaba la atención los videojuegos. Me acuerdo que las primeras cosas que jugué fueron en el Nintendo, Zelda y PaperBoy. No cachaba mucho cómo funcionaban los juegos. En Zelda me dedicaba a podar los arbustos y sacar gemas, porque yo no entendía, estaba muy chiquita.
“En la computadora me gustaba jugar Need For Speed, porque mi papá lo tenía. Me acuerdo que una vez le perdí un auto, era el último del juego, el más difícil, que él se lo ganó. Creciendo siempre estuve jugando a diferentes cosas, ya sea con el PlayStation, el Wii”.
“Aquí en Chile empecé a jugar Fortnite, y me acuerdo que conocí Twitch porque te daban un “skin” en Fortnite por tener una cuenta prime. Ahí fue que caché y dije ‘qué loco’. Me dio curiosidad y quise intentarlo. Llegué a Twitch por mera coincidencia”.
—¿De qué forma sientes que te ha ayudado a tu carrera?
—Siento que me ha ayudado en muchos aspectos, no solo por la comunidad que se forma. Me acuerdo cuando comencé a hacer streams, me ponía súper nerviosa de aparecer en la cámara. Cuando uno no está acostumbrado a algo, es normal sentir nervios a lo desconocido. Siento que Twitch me ayudó mucho a poder desenvolverme, a hablar con personas, porque ahí en el chat entran desconocidos que luego se pueden volver una amistad. Me ayudó mucho a socializar mejor, me puse soltar con eso, me acostumbre.
—¿Qué planes tienes a futuro?
—Me gustaría mucho poder conectar con más personas con mi música, porque creo que la música nos conecta y nos ayuda de muchas maneras. Por lo menos yo siempre decía que a mí me gustaría poder alegrarle el día a una persona con una canción, porque eso me pasaba. Si estaba desanimaba, escuchaba una canción que me gustaba, como que se olvidan los problemas por un rato. Como que te transmite esa alegría. Me gustaría poder hacer eso con mi música.
“Obviamente me gustaría poder presentarme en algún lugar, que me vayan a acompañar las personas a las que le gusta mi música, que podamos tocar en vivo”.
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