Bejo, la figura del hip-hop español que aterriza en nuestro país: “Lo guapo del rap es lo directo”

Bejo

Uno de los protagonistas del festival Keep High pasó por varios temas en conversación con nuestro medio. Su manera de ver la música, develó la hoja de ruta de su carrera en este 2024 y respondió sobre un eventual junte de Locoplaya, su célebre grupo con Don Patricio y Geni Colegui.

Un sinónimo de artista multidisciplinar es el español Bejo (30), una mezcla de rimas, playa, originalidad, colores y un poco de locura. El músico, que se sale del molde del a veces tan dogmático mundo del rap, vive en la suya, se podría decir. Con casi 15 años de carrera, es un exponente muchas veces elogiado tanto por sus colegas mayores como por los más novatos.

El también pintor cautivó a varios con su forma tan abstracta de hacer música, acompañado de su personal estilo con sus gafas y ese corte de cabello digno de un dibujo animado de la infancia. Con una discografía importante en solitario, cuatro LPs, dos discos colaborativos, tres EPs y una regadera de sencillos, los cuales pasan por distintos moods y géneros del hip-hop, dan forma a este “Bejoverso”.

Incluso, por su disco Tobogán, que hizo en compañía de su compatriota Cráneo, visitó nuestro país el 24 de junio del 2023 en Club Chocolate. Una “paradita obligatoria” es Santiago, contó el canario a La Cuarta.

A casi un año, vuelve nuevamente a nuestras tierras, a la tercera ciudad que más lo escucha en Spotify, ya que la voz de “Mucho” será uno de los cabezas de cartel del festival Keep High este sábado 1 de junio en el Teatro La Cúpula. Compartirá escenario con la británica IAMDDB y representantes nacionales de la talla de Cash Rules, Loyaltty, Kuina, 22RUZZ, Ceaese y Killua97.

Por esto es que el Bejismo llegó al diario popular para aprontar lo que hará este fin de semana, aparte sacó su lado melómano y también develó varias cosas de su futuro.

Bejo.

Ya son como 15 años de carrera, ¿cómo se siente con ya tener tanto tiempo en el ruedo? ¿ese joven rapero de Canarias pensó lo que está haciendo ahora en el presente?

—Pues la verdad que sí, que pasan los años. Acabo de cumplir 30 palos hace poco y ya me voy dando cuenta. Por ejemplo, ayer salió un tema con un pibe de Canarias que se llama Ibra, que tiene 18 años. Y claro, me ve como si fuera un viejo, ¿sabes lo que te digo? Pero es verdad que los años pasan y joder, es un gusto todavía poder estar haciendo música, haciendo lo que me gusta, dando conciertos, viajando por el mundo y conectando con gente increíble. Cuando empecé a rapear y tal, pues como todo el mundo, como hobby, le dedicaba tiempo y es la bomba que hayan pasado los años y poder dedicarme a ello.

¿Qué sientes con el elogio que te dan tus colegas más jóvenes? Debe ser gratificante, como tú alguna vez escuchaste a Mucho Muchacho, SFDK...

—Claro, uno cuando es pibito vive la música con más energía, más sentimiento. Y ver a los pibes que van saliendo y que le tienen a uno ahí también como un medio referente, como yo tengo a muchos otros que son mayores que yo, es bonito que se vaya repitiendo la historia.

“Esta generación se ha mezclado y se ha atrevido más”

Me acuerdo cuando salió “Mucho” y su video en YouTube, era una forma fresca de rap. Y en ese momento la caja de comentarios eran unas críticas mixtas, otros diciendo esto es rap, esto no es rap. Fue una explosión...

—Digo, como todo, hay gente que le guste y gente que no. Con el tiempo le van cogiendo el rollo. Al final la música hay que experimentarla y atreverse a hacer cosas nuevas sin perder la esencia del rap. Esa letra, ese mensaje, ese gancho, pero jugar con todo eso de distintas formas.

¿Y para ti qué es el rap? ¿cómo debe ser el rap?

—No me gusta poner muchas limitaciones o etiquetas. Hoy en día también la música creo que se mezcla con un montón de géneros. Está el boom bap más clásico, pero luego hay como mil submundos. Al final, yo creo que lo importante es que la persona que lo haga se desahogue y aporte algo propio. Lo guapo del rap es lo directo; puedes hablar de estar vacilando o de lo que te jode de la sociedad, da igual lo que quieras decir, lo importante es decirlo desde la perspectiva de uno y con pureza. Eso es lo que tiene que tener el rap.

Tu generación, la de los raperos españoles de esa época, Cruz Cafuné, los Pxxr Gvng, los Agorazein, Gata Cattana, tenían una visión distinta. Eran más mestizos con su forma de ver el rap, comparado a los referentes que tenían antes...

—Sí, yo creo que esta generación se ha mezclado y se ha atrevido más. También recuerdo al principio, cuando empezaba a escuchar rap, que la mente era un poco más cerrada y estaba mal visto si usabas autotune. Se decía que eso ya no era rap y que eras un vendido. Siempre está esa parte más de secta y de purista. Creo que se abrió la mente con mi generación. Y hay para todos los gustos, hay gente que sigue haciendo cosas más clásicas y otros que hacen algo que a lo mejor tú ya no escuches.

Y aparte, el “Bejoverso”, se puede decir, pasa por diferentes etapas: cosas más trap, otras más boom bap, hay de todo. ¿Qué le falta a Bejo ahora por cultivar?

—A mí me gusta ir probando. Tampoco pretendo hacer canciones de todos los géneros posibles. Al final, soy músico y los cantantes y productores con los que me junto me van llevando por un camino o por otro. Tengo mis gustos más o menos marcados y con las cosas con las que más me siento cómodo haciendo, pero en general me gusta también probar y jugar, no aburrirme con lo mismo.

Ahora, ya con tantos años de carrera, ¿queda algún objetivo por cumplir, algún sueño?

—Pues yo tampoco tengo muchas metas a largo plazo ni sueños. Voy un poco paso a paso, contento con lo que hay e intentando superarme siempre. Seguiré con la música por ahora; también tengo la pintura ahí bastante enfocada. Según vaya viendo las cosas, iré por un camino o por el otro, pero siempre intentando darle a la cabeza un poco y dejar un recuerdito para mí, para el que lo quiera ver.

“Haciendo nueva música con tranquilidad”

Bejo

Y otra cosa que me llama la atención es que Canarias saca tantos artistas, no solo en el rap, en lo urbano, en el rock. Siendo un archipiélago, ¿qué tiene el agua de Canarias?

—Es verdad que en estos últimos años Canarias ha dado que hablar a muchos niveles. Pensaba lo mismo de Puerto Rico, que es como una isla también donde viven dos millones de personas, parecido a Canarias. Y decía, “coño, gran porcentaje de la música que triunfa en el mundo latino son todos de ahí, de Puerto Rico”. En el caso de Canarias, creo que siempre ha habido mucho talento. El propio acento también es diferente al resto del país y hay un cúmulo de cosas. Ahora hay mucho apoyo entre los artistas de Canarias y creo que está llegando su momento, como lo ha tenido la música chilena o argentina. Ahora es nuestro turno.

¿Qué hace distinto al artista de Canarias, por ejemplo?

—Cada uno es como es, no creo que por el hecho de ser canario vas a sonar de esta manera. Lo que más se refleja es el acento en la música y la forma de vivir, más playera, de buen rollo. Seguro que hay algún emo por ahí cantando música triste que es canario.

“Haré un repasito desde los últimos discos hasta la época esa de ‘Mucho’”

Ahora vienes a Chile al festival Keep High, el sábado 1 de junio en el teatro La Cúpula, ¿qué nos puedes adelantar? ¿vas a tocar más los últimos discos? ¿será un grandes hits?

—Vamos con todo a por los grandes hits. La última gira fue con Cráneo y, bueno, esas canciones que ya tocamos hace poquito y encima con él, que no va a poder ir, pues no sonarán. Haré un repasito desde los últimos discos hasta la época esa de “Mucho”, de la que hablabas, una cosita variada pero potente.

¿Qué más se viene en tu carrera?

—Estoy trabajando, haciendo nueva música con tranquilidad, la verdad. No tengo por ahora ningún calendario ni fecha fija. Simplemente estoy creando, haciendo, y cuando ya coja forma el material, pues la idea es lanzar un disco.

—¿Y ese disco tiene alguna maqueta grabada o todavía está en el aire?

—Tengo mucha música diferente ahora y estoy viendo un poco con qué quedarme y por dónde tirar el resto de la música.

—¿Cuándo sale otro “Barracuda”? Tu lado más trap...

—Sí, el Barracuda hay que darle caña. Entre una cosa y otra, este último año me lo he tomado un poquito más relajado, pero ahora vuelve con fuerza. Espero que no se retrase mucho y empezar a sacar un par de volúmenes nuevos.

—Cuéntame un poco eso de las “Barracudas”. Llama la atención el concepto...

—Barracuda son peces. A mí siempre me ha gustado mucho bucear y el mar en general. En Canarias en verano siempre lo paso en El Hierro, que es la isla más pequeñita de todas. Desde joven todos los veranos me los paso con las gafas y el tubo, y me encanta el mar. Y también por el juego de palabras de barras, pues barracuda. Sacando musiquita así con más frescura, aunque se me torcieron los planes y ahora llevo un año que no saco ninguna, pero la idea es seguir dando. Volverán, eso es lo importante.

—Y por último, Bejo, algo que siempre le pregunto a los artistas: ¿cuáles son tus tres canciones esenciales, las que más te gustan y por qué?

—Tengo sobre todo muchos discos que sí que me pongo con frecuencia en casa. Para disfrutarlos te puedo recomendar uno de Nat King Cole que se llama Por siempre, que son como cancioneros típicos de aquí de España, pero cantados con su voz, que es muy peculiar. Un disco que me gusta mucho y que suelo quemar es Salsa con voltaje de Julio Voltio, que hace unos añitos salió, bien sabroso aunque pasó un poquito desapercibido. Y el último de 21 Savage (American dream).

Bejo

—¿Y de tus canciones?

—La verdad, cuando hago una canción nueva, como que la tengo así a flor de piel y es mi favorita, pero luego pasa un par de años, la escucho y digo, ‘tampoco es para tanto’. Voy cambiando. Eso se lo dejo al público. Cuando saco la música ya me medio olvido y estoy con la siguiente. No me pongo a escuchar lo que haya hecho antes.

—Para cerrar, ¿cuándo el junte con Locoplaya? ¿es posible algo nuevo?

—A ver, eso sería mágico. Yo creo que posible debería serlo. Pero te digo, llevamos un par de añitos cada uno en lo suyo. Está pendiente también esa vuelta de Locoplaya, a ver si es pronto.

El Keep High a la vuelta de la esquina

El festival Keep High está en su cuenta regresiva. En su primera versión, el evento tomará lugar en La Cúpula del Parque O’Higgins, comenzando a las 18:00 horas.

Todavía quedan entradas disponibles: General a $25.000 y un Flash Ticket que vale dos boletos a $30.000. Se pueden comprar en la plataforma Toliv.

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