Ángel Cavieres es el nombre detrás del aka. Tiene 19 años y destaca dentro de la escena por canciones como “No al bullying” y “Los niños no se tocan”, pero sus redes más que temas tienen acciones directas de trabajo social. “Yo no digo nada a los que suben stories en restaurantes o de zapatillas, mi idea es que se ponga de moda ayudar a otros”, dice.
Ángel Cavieres cuenta en una entrevista con el canal de youtube Talento a la luz que la primera vez que publicó una canción las cosas no salieron como se las esperaba sino que al revés. “Llegué al colegio y noté que mis compañeros me miraban y se reían, se burlaban de mí. ¿Qué les pasa a estos? pensé. Después vi que estaban escuchando mi canción y me puse triste”, dice.
Pero no fue solo eso. Después de la clase de matemáticas, recuerda, el profesor proyectó el video de la canción y todo el curso se mató de risa. “Lo único que pensé es que me iba a superar, como sea”, asegura.
En una reciente entrevista con Vamo a Calmarno, cuenta que con el tiempo las cosas tomaron un curso inesperado. “Al principio mis compañeros se reían y me molestaba, entonces yo iba y hacía otra canción y más se reían. Fue de a poco que me la fueron dando”, recuerda.
“Después varios se metieron en la música y me pedían consejos. Les he echado una mano y lo único que les pido a cambio es que reflexionen respecto de criticar a otros porque la vida da muchas vueltas”, explica.
Ángel es más conocido en redes como Cavish, un nombre que inventó a los 8 años y que según ha contado significa “Lealtad”. Etimológicamente, dijo en TVN, viene de una conjugación entre su apellido Cavieres más los conceptos “Siempre y Humilde”.
Cavish, según contó en Televisión Nacional, nació y creció en la población El Manzano, de San Bernardo. La zona, según explica, está rodeada de campamentos y pobreza extrema. Una realidad que no le es ajena.
“Mis papás eran músicos. Mi mamá cantaba ópera y mi papá cumbia. Yo salí rapero”, dice.
Explica que cuando él nació ellos se separaron, en el tema “Mi historia” relata con crudeza los abusos que sufrió su madre.
“Con mi mamá no teníamos casa, andábamos de allá para acá. Pasamos varias cosas fomes, pero ella siempre lo poquito que tenía los compartió conmigo, eso me quedó grabado. Entonces para mi es natural, lo que tengo, compartirlo. Quiero que cuando muera la gente me recuerde así”, dice en VAC.
Ahí mismo cuenta que donde vive todos los días pasan como dice “cosas fuertes”: “Se ven muchas pistolas y niños que se pierden en la droga, que salen a robar y le hacen daño a gente que se esfuerza”.
“Yo trato de enseñar con el ejemplo de que aunque vengo de un lugar malo, se puede hacer cosas buenas”, dice. “Y me gusta ir justamente a los lugares más complicados porque ahí es donde más necesidad hay. Me pasó en un lugar por ejemplo, un narco me abrazó llorando y me dio las gracias porque dijo que gracias a mis canciones sus hijos no quieren seguir ese mismo camino”, asegura.
Una nueva moda
“Hago música consciente y con lo que gano ayudo a las personas de bajos recursos”, dice la bio de Instagram de Cavish que actualmente tiene 172 mil seguidores.
En Youtube, donde tiene 10 videoclips acumula casi 47 mil suscriptores. Su cuenta principal es la de Tik Tok, donde cuenta con 840 mil seguidores y 18 millones de me gusta.
Eso sí, la gran mayoría de sus contenidos no son de su música, ni videoclips, anuncios de shows. “Ahora soy tiktoker y es bacán. Me da igual que me vean como cantante o influencer, o empresario. Yo hago lo que mi corazón me dice nomás”, explica en el Carpool de VAC.
La gran mayoría de sus contenidos son de sus acciones sociales, tales como repartir completos, hamburguesas a personas en situación de calle, hacer cambios de look a niños y shows para niñas y adolescentes con capacidades diferentes, repartir sacos de comida para perros abandonados. O participar cantando en manifestaciones en apoyo de leyes contra el maltrato infantil y la violencia contra niños, niñas y adolescentes.
El cantante de 19 años asegura que este tipo de acciones las hace todos los santos días. “No puedo quedarme quieto”, confiesa.
“Toda la vida lo he hecho, pero no lo publicaba. Ahora lo hago porque quiero que la moda sea tener el corazón y no la cadena más grande. Al final es mostrar que no se necesita tener mucho para ayudar, un simple abrazo le puede cambiar el día a una persona”.
Respecto a las críticas que ha recibido por publicar su trabajo social, el muchacho ha respondido:
“Hay que hacer lo que a uno le apasiona, sin importar lo que digan. Ser feliz y aportar, de repente salgo a regalar zapatillas, polerones, casitas para perros, y no falta el que comenta que porque lo grabo y no lo hago piola. Entonces tengo que explicar que mi idea es justamente que se haga una moda, que la gente se motive y haga lo mismo. Yo al menos no digo nada si tu te grabas en un restorán comiendo o mostrando las tremendas zapatillas”..
Aunque no ha ahondado demasiado al respecto en ninguna de las entrevistas que ha dado, en una conversación con el youtuber de Talento a la luz explicó que no siempre fue un chico tan bueno: “Almigthy cuando empezó era un enfermo culiao que le tiraba a todos, y yo también era así. Hacía tiraderas hablando de illuminati y de que me quería ir al infierno. Pero cuando cambié el mensaje, igual que él, me empezaron a pasar cosas buenas”.
“Como persona he evolucionado, antes era un pelusón que no tenía respeto por nada ni por nadie”.
En esa misma línea, el artista cuenta que en el futuro no se ve como músico. “Es que no lo hago por fama esto, si quisiera pegarme sacaría alguna de las 500 canciones que tengo guardadas”, dice en VAC.
“En el futuro me veo más como empresario. Mi idea es tener varias empresas, y locales donde las personas que tengan hambre puedan comer gratis. Cuando sea grande eso se va cumplir, si es que llego claro, porque uno nunca sabe. Por ahora tengo mi techo, comida, y estoy feliz con eso” dice.
En sus más recientes stories se ve como Cavish trabaja arduamente en unas reparaciones a la casa de su madre, en la grabación de un nuevo videoclip y en levantar una barbería y un local de waffles.
“Hay una frase que me gusta mucho”, reflexiona en Talento a la Luz, “dice que para lograr los objetivos es 1% de motivación y 99% de transpiración”.
Leer más:
Temas Relacionados
