Cebra, la mente maestra detrás de la evolución artística de Pablo Chill-E

Quizá si a usted le hubiesen dicho hace algún tiempo que Pablo Chill-E iba tener una exposición con todas las de la ley en el Gam, incluyendo fotografías, piezas audiovisuales e incluso maniquís iguales al cantante usando algunos de sus outfits más icónicos, lo habría considerado más o menos improbable.

Sin embargo, eso sucedió en abril de este año cuando se inauguró Capítulo Clon, una expo transmedia cuya descripción rezaba: “Clon, es la obra que nos lleva a la performance realizada por Pablo Chill-E y su equipo. En esta exposición se podrá conocer de cerca lo que fue la preparación del show pasado en Lollapalooza dirigido por Pablo y su desenlace a modo de secuela por medio de un video conceptual”.

“Todo el trabajo de un año lo materializamos en una exposición donde mostramos a todos los colaboradores del show de Lollapalooza, porque artista no es solo el que canta, detrás hay varios más”, explica Denise Eichin, la fotógrafa más, mucho más, conocida por su nombre artístico Cebra en el más reciente capítulo de Ultra Todo la docuserie sobre el universo del género urbano nacional producido por La Cuarta y La Tercera.

Es justo decir que la fusión, la conexión como se dice, la sociedad entre el líder de la Shishigang y Cebra es sino la más, una de las más sinérgicas en la escena actual no solo del género urbano sino de la industria artística de Chile. Si Pablo Chill-E es hoy en día más que un cantante y prácticamente ya es un concepto es en una buena medida gracias al muchas veces silencioso trabajo de su directora artística.

“Empecé a trabajar con Pablo como su fotógrafa personal, haciendo un trabajo más bien documental, que siempre ha sido lo mío. Hasta que un día me dijo que fuera su directora creativa y ahí hice mi primer video, para shi shi mixtape”, cuenta.

En el video aparece el cantante en una mesa tipo la última cena junto a los shishi compartiendo el pan y el vino y después en una guerra de comida. Acá sale la a-estas-alturas icónica imagen de la cabeza de Pablo bajo una cúpula de vidrio. Todo esto con una cuidada estética y música de violines. Todo muy cinematográfico.

Otra performance clave para conocer la propuesta artística actual de Pablo Chill-E es la que realizó en los premios La Junta del 2021. Ahí se puede ver el nivel de involucramiento de Cebra en todos los detalles. En el minuto 1:22 ayudándole a cambiar de vestimenta y luego en el 4:40 acompañándolo en el escenario.

Y quizá el momento cumbre de esta experiencia de arte inmersivo en la que se están transformando los shows de Pablo Chill-E es cuando al final del concierto en Lollapalooza entran unos actores vestidos de detectives que lo sacan del escenario en medio de una pelea.

Entre clases y perdigones

En 2018 y a propósito de una expo de foto que estaba haciendo sobre basketball, streetwear y cultura urbana, la fotógrafa relató a Pousta sus inicios en la disciplina:

“Mi abuelo me regaló mi primera cámara cuando tenía 9 años, desde ahí que nunca la dejé, y pasó a ser una de mis prioridades cuando tenía 15 años. Estuve varios años trabajando en documental, creo que ahí fue donde estuve más cerca del mundo de la fotografía. Trabajé con la CONAF haciendo fotos de flora, fauna y biodiversidad; además hice mucho material sobre comunidades indígenas y ahí fue cuando dije ‘esto lo quiero para toda la vida, quiero vivir para ello’”.

“Me gusta trabajar con la gente, capturar sus esencias, su naturaleza, mostrar la diversidad humana, causar impacto, ser atrevida con las propuestas para que los espectadores no se olviden y lograr una catarsis a través de la imagen expuesta”, profundizó.

En entrevista con Don Lota para Alto en Flow y recibiendo el premio a mejor artista audiovisual el 2021 contó un poco más sobre su camino para llegar a donde está ahora:

“He trabajado en diferentes áreas, no solo en trap. Hice publicidad, he hecho clases, fui profesora para la Universidad de Londres. He hecho documental, exposiciones de flora fauna y biodiversidad, he trabajado con comunidades indígenas, licanantay, mapuche y aymara. También he colaborado en prensa internacional, con Vice y otras cosas. Creo que es importante incursionar en distintas áreas, aprender”.

Sería trabajando para Vice justamente y en el contexto del estallido social el año 2019 que la egresada de fotoperiodismo de Arcos viviría una cruda experiencia de violencia policial:

“El día de hoy me dispararon tres perdigones, la policía vio que los estaba grabando y se ensañaron disparándome a pocos metros. En el momento que me dispararon no había enfrentamientos”, acusó en una nota publicada por Cooperativa.

Fotógrafa del trap

“Mis viejos me dijeron estudia foto, si eso es lo que te gusta”, reveló Cebra en Bace Talks. Contrario a lo que suele suceder con las personas que buscan estudiar una carrera poco tradicional, era ella y no sus padres quienes mostraron inseguridad respecto del futuro.

“Yo pensaba que me iba cagar de hambre, son miedos que te meten los estigmas de la sociedad”, explicaba.

En esa misma entrevista, reveló cuál fue el momento ventana de su carrera. Cuando cambió todo.

“Ceaese me dijo que probara sacándole fotos, mezclando moda y artista”, contó. Ahí empezó todo. “Siempre me gustó la moda, pero no me gustaba la moda tradicional, así fue como empecé a realizar moda representada por artistas. Empecé a fusionar moda, música, arte, creatividad, y documental que ha sido siempre lo mío”.

“Quiero poder lograr que los estándares de belleza no se rijan por el cuerpo, quiero destacar la moda por su personalidad, por la sensación que provoca en la gente”, le decía a Pousta. Luego en Base Talks.

Así la joven fotógrafa comenzó a abrirse camino en una industria entonces muy en ciernes y donde aseguró a Ultra Todo tuvo que enfrentar “un machismo horrible, que afortunadamente se ha ido deconstruyendo”. En una nota del programa de tv Stage Urbano se refirió a eso de manera contundente:

“Quiero mandar un mensaje a toda esa gente que nos ha cerrado la puerta por ser mujeres en la industria de la moda, arte, música, diseño, que nos han subestimado por ser mujeres o disidencias. Me gustaría dejar claro que todas somos capaces de hacer lo que queramos. Yo pude y muchas pueden, pero se tienen que dejar de lado los amiguismos, eso de cerrar círculos, y también basta de entre nosotras mismas entrar en ese rol del capitalismo de la competencia”.

Sobre sus métodos de aprendizaje y desarrollo profesional, Cebra comentó en Base Talks que “hay que tener personalidad”. Ejemplifica que ella iba y le escribía a los artistas con los que quería trabajar. “El que la sigue la consigue”, asegura.

“Lo más bonito creo yo es dedicarse a lo que a uno le apasiona, hacerlo porque te motiva. Ser artista en este mundo es muy difícil, tenis altos muy altos y a veces no tenis ni para comer. Representar eso puta que cuesta, pero es mi área y la hago con amor y pasión”, agregó.

En conversación con Don Lota compartió sobre la importancia de la receptividad: “Es gratificante educarse con los compañeros, los pares, porque la calle es la calle y aprender de la gente que lleva años en el nicho es algo que te hace sentir amor, de saber que uno está en su espacio”.

“Con Pablo y los Shishi muestro una realidad que existe, no es un montaje, es realidad, eso yo lo reflejo en mi trabajo en las poblaciones. La misma comunidad y el recibimiento que nos dan es pulento. Por eso me gusta trabajar ahí porque me puedo desenvolver en el área que yo quiero, que es el documental”, explica.

En la nota para el programa de Mc Piri la artista —que hoy por hoy además ha expandido su rango de acción al mundo de las fiestas con “Damn Party” y “Shishiando Party”— entregó un par de valiosos consejos para las personas que quieran seguir sus pasos:

“Cada una tiene derecho a hacer el arte como quiera, yo recomiendo no copiar lo que más vende o lo que me dicen los que me manejan que tengo que hacer para reventar, porque claro, quizá podís reventar pero la pregunta es si vas a ser feliz”, plantea.

“Sigan adelante y que no les importe lo que piense un hombre o alguien que no sea de su grupo o su gente. Lo importante es ser feliz y expresarlo a través del arte, porque el arte es la expresión de los sentimientos, y si me están diciendo cómo tengo que expresarme, no funciona y no es arte”.