Octavos partió con la venganza de los colombianos. Si el año pasado, en México, Gazir derrotó a Carpediem en un veredicto al menos cuestionable, en esta edición de Red Bull Batalla los locales rieron al último. En otro resultado discutible, Fat N dejó atrás al español, que era uno de los favoritos.
Octavos partió con la venganza de los colombianos. Si el año pasado, en México, Gazir derrotó a Carpediem en un veredicto al menos cuestionable, en esta edición de Red Bull Batalla los locales rieron al último. En otro resultado discutible, Fat N dejó atrás al español, que era uno de los favoritos.
En otros highlights de la primera ronda, el argentino Jesse Pungaz le puso picante a su duelo contra el venezolano (pero representante de Estados Unidos) Oner transformándola en un duelo cultural. Por su lado, el campeón chileno, Nitro, pasó con categoría y relativa facilidad por encima del ecuatoriano Abel.
Cuartos fue otro generador de postales. Luego de que Fat N volviese a hacer gala de su sentido del espectáculo y del juego con el público de su lado, venciendo al cubano Reverse, los campeones de Los Andes se cruzaron en un duelo con mucho nervio (y menciones a la estrella del jurado, Arcángel) donde Nitro se impuso sobre Jesse Pungaz.
Sin embargo, la gran imagen fue la final adelantada: Chuty versus Aczino. Las pifias por la insatisfacción de la victoria del argentino Mecha sobre el mexicano Yoiker (también teñido de referencias políticas, Milei incluido) dieron paso al aplauso instantáneo apenas aparecieron los dos más grandes de la historia.
Chuty versus Aczino sirvió para despejar cualquier duda sobre la superioridad del español en este momento. El palmarés más abultado del mexicano, que fue un tema durante toda la batalla, no alcanzó para frenar el impulso de la historia que debía ser contada esta noche en Bogotá: la revancha de Chuty.
Semis trajo una nueva demostración del favoritismo local, con un Fat N celebrado en todas sus rimas versus Nitro, sin discriminar calidad ni el hecho que muchas veces eran más débiles que las del chileno. El triunfo del colombiano fue la victoria del carisma y el sentido del show, pero sobre todo de la localía.
La otra llave dejó un batallón: Chuty versus Mecha, ambos en su mejor momento, con un nivel deslumbrante y suficiente para campeonar donde sea. Sin embargo, uno de los dos tenía que avanzar y de forma innegable la supremacía del español se hizo notar una vez más. Esta era su noche.
A la hora del tercer lugar, una batalla decisiva de todos modos porque asegura un cupo en la Internacional del próximo año, Nitro ya estaba más frío que el aun exhausto Mecha, quien aun así consiguió la victoria con justicia, negándole la posibilidad a Chile de tener dos representantes el 2024 en España.
Llegada la hora de la final, una frase de Chuty resume toda su dinámica versus Fat N: “Tú eres lo que Colombia quiere y yo lo que el freestyle necesita”. Tal cual, así fue el transcurso de la lucha que el español debió dar no solo frente a un rival hambriento de 17 años y todo por ganar (porque su incorporación al evento fue de último minuto), sino frente a miles y miles de colombianos en contra.
Pese a que pocos celebraban sus rimas, pero todos vitoreaban desmedidamente las de su rival, nada pudo sacar de su centro a un Chuty intratable que llegó la final en su mejor versión y listo para quedarse con lo que es suyo: un puesto entre los mejores de todos los tiempos, es decir, los ganadores del torneo más importante de todos. Fue un desquite merecido y que cambia la valoración en torno a su figura, siempre criticada por sus rivales por no tener el cinturón. “Se me va a hacer raro que ya no me tiren de Red Bull en las batallas”, dijo en su discurso de aceptación, sopesando el hecho de que este triunfo altera el curso de la historia, partiendo por la suya.
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